sábado, 24 de enero de 2015

PRESBIACUSIA

DR. JUAN GERARDO LAZO SÁENZ*
La presbiacusia es la pérdida auditiva gradual de los dos oídos; comúnmente ocurre a medida que vamos envejeciendo. Cerca de la mitad de las personas de 75 años de edad, y mayores, tienen esta forma de pérdida gradual de la audición (o sordera). Puede ser por varias causas: la degeneración gradual del tímpano o de estructuras delicadas del oído interno debido a la edad; cambios en el patrón de los nervios auditivos en el oído que llevan al cerebro; exposición repetida a sonidos, música o equipo ruidoso lo cual puede dañar las células pilosas frágiles dentro del oído interno involucrado en la audición; Influencias genéticas o hereditarias. Los factores que disminuyen la eficiencia auditiva ligada al envejecimiento es producida por el deterioro del sistema auditivo y de los sistemas de integración cerebral.
La presbiacusia, es bilateral y simétrica (ambos oídos por igual). El síntoma siempre es una disminución de la capacidad auditiva. El paciente suele notar que oye, pero no entiende, sobre todo en ambientes con ruido. La pérdida de audición puede acompañarse de otros síntomas, como cuando el paciente presenta un pitido (acúfeno o tínitus); al oír un ruido, el paciente cree que oye bien, pero el pitido no le deja. La pérdida de audición típicamente se concentra en las frecuencias más agudas, aparece una disminución de la capacidad de diferenciar sonidos y de entender el lenguaje.
Para el diagnóstico, la historia clínica nos informará del tiempo de la pérdida de audición (ya sea súbita o  progresiva), de su intensidad y de si hay síntomas acompañantes (pitidos, sensación de oído lleno) o si hay antecedentes de exposición a sustancias o ruidos que puedan causarla. La audiometría es la prueba básica, que nos permite medir la pérdida de audición real y la capacidad auditiva del oído interno.
En cuanto a el tratamiento médico para recuperar la pérdida auditiva en la presbiacusia no existe. El principal tratamiento es la adaptación de una prótesis auditiva o audífono. Un audífono es un aparato que, consta de un micrófono y un altavoz. Para que la adaptación del audífono sea satisfactoria hay un factor que es crucial y es hacerlo de manera precoz. Adaptar un audífono requiere un proceso de aprendizaje: hay que aprender a ponerse el aparato, a encenderlo y apagarlo, cambiar la pila y limpiarlo, entre otras cosas. Cuanto más joven sea el paciente, mejor es la adaptación. Casi todas las adaptaciones en gente joven resultan satisfactorias. Cuanto mayor sea el paciente, más complicado le resulta el proceso de aprendizaje y mayor es la pérdida auditiva lo que dificulta la adaptación. Cada adaptación es un proceso individual a la medida del paciente y debe ser realizado por especialistas, para mejorar al máximo las posibilidades de éxito. Sin embargo, hay una serie de recomendaciones generales. Normalmente se trata de pacientes de más de 65 años cuya familia empieza a detectar problemas, que el paciente suele justificar o directamente negar, retrasando la adaptación del audífono. La primera dificultad es que acepte la situación y reconozca la necesidad de adaptarse; la segunda es asesorarle correctamente para que el audífono que elija sea el más adecuado, pues a veces compran el más pequeño que, además de ser el más caro es el menos potente y el más difícil de usar; casi siempre es necesario una adaptación bilateral. Recordemos que la presbiacusia es bilateral y simétrica. La audición por los dos oídos, es necesaria para la localización del sonido y la inteligibilidad (capacidad de entender el lenguaje).

*Otorrinolaringólogo. Profesor de otorrinolaringología de la Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Saúl Gómez Martínez, pediatra.