sábado, 3 de diciembre de 2011

COMA Y MUERTE CEREBRAL

DR. MARIO DEL VALLE GONZÁLEZ*
El Siglo de Torreón aquí
Con cierta frecuencia hemos tenido  familiares o conocidos que han sufrido alguna enfermedad o accidente donde el médico informa que el paciente está en coma, o peor aún, que tiene muerte cerebral.
            El cerebro es un órgano que apenas rebasa el 1.5 por ciento del peso corporal (1800 gr. aproximadamente) pero requiere de una enorme cantidad de oxígeno y glucosa para su funcionamiento. Si una persona no respira por más de 4-5 minutos, el cerebro se daña en forma permanente.
            Existen muchas enfermedades donde el cerebro resulta afectado. Por ejemplo, en alteraciones sistémicas (como una baja de glucosa) o  enfermedades propias del cerebro: hemorragias, embolias y golpes en la cabeza (traumatismos craneoencefálicos).
La función del cerebro es mantenernos relacionados con el mundo externo (despiertos, pensantes, activos) y controlar la función automática de los órganos internos. El daño cerebral pude ir desde un estado de confusión, luego al coma, hasta llegar a la muerte cerebral. El coma, semeja al sueño pero cuesta trabajo despertar y a veces se requiere mover al paciente o provocarle dolor para que despierte unos segundos. El coma puede ser reversible, si no es muy grave y el tratamiento es adecuado. La muerte cerebral sucede cuando la falta de oxígeno (como dije anteriormente mayor a los 4-5 minutos) provocó un deterioro cerebral irreversible, el paciente continua en estado de coma, pero además, no tiene funciones vegetativas ni automáticas como orinar, defecar, ajustar la presión arterial, entre muchas otras. La última función automática en perderse es la respiración.
El objetivo del tratamiento es mantener el aporte adecuado de sangre oxigenada y nutrientes al cerebro. Se deberá tener cuidado de mantener la presión arterial dentro de la cifras normales (120-80). Cuando el daño cerebral produce edema (hinchazón) la presión intracraneal aumenta e impide el flujo de sangre al cerebro y las neuronas se deterioran rápidamente.
Si el paciente está intubado y con un respirador, la máquina mete oxígeno a presión y provoca una respiración artificial, lo que mantiene al corazón funcionando, ya que éste tiene un sistema eléctrico autónomo que lo mantiene latiendo sin influencia del cerebro; recuerden la historia de los sacrificios indígenas aztecas que sacaban el corazón aún latiendo.
En estas condiciones, mientras el corazón reciba oxígeno, y se mantenga el apoyo del tratamiento con medicamentos, soluciones intravenosas, ventilación mecánica, etc. todos los órganos del cuerpo seguirán funcionando aún con muerte cerebral. Se requiere de un examen minucioso y completo por parte de especialistas para determinar la irreversibilidad.
*Neurocirujano. Profesor de neurología de la Facultad de Medicina de Torreón. U.A. de C. Correo electrónico:drmariodelvalle@yahoo.com
 
La próxima colaboración será del M.C. Francisco J. Lozoya Enríquez, parasitólogo.