sábado, 10 de diciembre de 2011

AMIBIASIS

 M.C. FRANCISCO JAVIER LOZOYA ENRÍQUEZ*
           El Siglo de Torreón aquí
Es necesario aclarar que los términos infección y enfermedad son diferentes porque la primera implica que las bacterias, virus y/o parásitos, están dentro de un organismo pero no necesariamente causan enfermedad. La amiba o Entamoeba histolytica con frecuencia se encuentra en los intestinos del humano, pero esto no implica que se tengan los signos y síntomas de la enfermedad como: dolor intestinal, diarrea, sangre en la materia fecal, palidez y aumento en la temperatura. Cuando una persona acude a la consulta,  en el caso de que se sospeche enfermedad por amibas, el médico palpará principalmente la región del intestino grueso y el apéndice, porque estos sitios son en donde se multiplican las amibas. Si el paciente se queja durante esta práctica, esto sugiere la presencia de parásitos.
            De manera que la amibiasis es una infección que se puede convertir en una enfermedad intestinal y de no tratarse, puede causar la muerte. El cuadro clínico grave se caracteriza por dolor en la parte baja del abdomen. Este dolor puede ubicarse en el sitio de la apéndice (más o menos entre el ombligo y donde se une la pierna derecha con la parte baja del abdomen) y en consecuencia, se puede confundir con una apendicitis bacteriana. Las personas con este padecimiento pueden sentir como que traen muchos gases intestinales, pero en realidad el intestino grueso esta inflamado y esto causa dolor. Se puede sentir la urgente necesidad de ir al baño (los denominados retortijones), pero cuando ya se encuentra ahí, por más esfuerzo que se hace, en algunas ocasiones no se defeca o la cantidad de excremento es muy poca (tenesmo y pujo). Otras veces, se presenta como diarrea y se observa la presencia de sangre en la materia fecal (disentería amibiana). Esto indica que ya hay lesiones ulcerativas en el intestino producidas por las amibas. Existen varios tipos de amibiasis intestinal; todas son de cuidado. Las manifestaciones clínicas que provoca y  la disentería, en cierta manera son una advertencia y ventaja para los pacientes, porque le indican que debe acudir al médico de inmediato, para que éste a su vez solicite pruebas de laboratorio, que le ayuden a confirmar su diagnóstico y posteriormente administre un tratamiento.
            Las amibas se adquieren por medio del agua, alimentos o utensilios de cocina, que pueden estar contaminados con quistes de Entamoeba histolytica. También existe otra manera de entrada al cuerpo humano de estos quistes, que está directamente relacionada con la higiene personal: manos sucias, contaminadas con formas infectantes, la medida de prevención más elemental para evitarla, es el lavado de manos antes de comer.     
             *Parasitólogo. Profesor de Parasitología de la Facultad de Medicina de Torreón U.A. de C.  Correo electrónico: fjlozoyae@hotmail.com
                       La próxima colaboración será del Dr. Antonio Hernández Ortiz, anestesiólogo.