domingo, 14 de diciembre de 2014

EL FRÍO, EL CORAZÓN Y LA PRESIÓN ALTA

DR. EDUARDO SERNA ZETINA* 

Hay muchos factores externos a nuestro organismo que influyen negativamente sobre la presión arterial y el funcionamiento del corazón; uno de éstos es el frío. Pero no solamente el frío modifica nuestra presión, también lo hacen otras condiciones climáticas como el viento fuerte, los nublados, la humedad, los cambios bruscos de temperatura y las tormentas eléctricas. El clima frio favorece una reacción de los vasos sanguíneos, especialmente en las arterias, lo cual provoca de manera directa le elevación de la presión. Como factores agregados, en la época de frio, están los cambios dietéticos y de actividad física, ya que nuestra dieta cambia, aumentando tanto el contenido de calorías como de sal, provocando un aumento de peso, lo cual afecta negativamente la presión. La sal excesiva en los alimentos tiene efectos deletéreos, tanto por que eleva de manera directa la presión arterial, como por sus efectos bloqueadores de la acción de una gran variedad de medicamentos antihipertensivos. Otro factor importante, es que en esta temporada, de todas las personas que hacen ejercicio en primavera-verano-otoño, sólo el 10 % continúa realizándolo durante el invierno.
Es bien conocido el efecto benéfico que tiene el hacer ejercicio de forma regular y moderada, sobre los niveles de presión arterial, efecto que prácticamente podría ser comparado con el de los medicamentos. Debe considerarse además, que con el frío, los dolores llamados reumáticos: óseos, articulares y musculares, se ven aumentados, por lo que muchas personas recurren a analgésicos que tienen efectos antiinflamatorios y que potencialmente elevan la presión. Igualmente muchos de los medicamentos antigripales que se consumen con más frecuencia en estas fechas, pueden tener un efecto hipertensivo. En estos meses fríos, además, se incrementa el consumo de café, el té verde o negro, y otras bebidas que contienen cafeína, contribuyendo a un posible efecto de elevación de la presión arterial.
Otro factor que no puede faltar en estas épocas de celebración o de tristeza, es que se incrementa el consumo de alcohol, sustancia que tiene efectos bien conocidos y que son dependientes de la dosis, es decir a dosis bajas: 30 mililitros de whiskey o su equivalente o hasta 2 cervezas, puede bajar un poco la presión, pero a dosis mayores, hay riesgos de elevarla.
No hay duda de la importante relación que existe entre las complicaciones provocadas por el descontrol de la presión arterial y el clima. Durante los meses de frío, y por las razones antes mencionadas, es cuando se presentan un mayor número de infartos e insuficiencia cardiaca y las complicaciones que afectan al cerebro, como la enfermedad cerebrovascular, sea de tipo oclusiva o hemorrágica; todas tienen una alta mortalidad. De esta forma las condiciones meteorológicas influyen en nuestra salud, no solamente afectándonos desde el punto de vista de los problemas infecciosos respiratorios que causan una cuota frecuente de muertes, agregándose en esta temporada un número incluso mayor, de complicaciones y muertes debidas al descontrol de la presión arterial. Debe señalarse que al hablar de frío, no podemos evitar sus efectos sobre el corazón y la presión arterial, al cubrirnos bien con ropa, sino que se trata de algo más general, algo ambiental, de tal forma que la única forma de evitarlo, sería viajar a una playa cálida en época invernal.
El dicho: “Enero y febrero desviejadero” tiene su verdad por las complicaciones en la presión arterial más que por las enfermedades respiratorias. Sólo habría que agregar que en noviembre y diciembre también aumentan las muertes de las personas de edad avanzada.
*Cardiólogo. Director general y profesor de cardiología de la Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.

La próxima colaboración será del Dr. Evaristo Gómez Rivera, traumatólogo.