sábado, 4 de mayo de 2013

CATARATA OCULAR: MITOS Y REALIDADES (I)

DRA. ROSA MARÍA NÚÑEZ ADAME*
El Siglo de Torreòn, aquì
El cristalino es un lente intraocular de forma biconvexa y transparente, sostenido en el centro del ojo por unas fibras llamadas zónula, que a su vez se insertan en un músculo llamado cuerpo ciliar, que lo ayuda a aplanarse o abombarse dentro de su cápsula, permitiéndonos enfocar los objetos de lejos y de cerca. Cuando el cristalino se hace opaco se llama catarata, porque el paciente refiere ver borroso, como a través de una caída de agua.
   Existen diferentes tipos de cataratas: senil, traumática, metabólica (por la diabetes mellitus), hereditaria, congénita, medicamentosa e inflamatoria, entre otras. Muchas veces las denominan como “maduras” o “inmaduras”, esto se debe a si son totales o parciales; antiguamente se prefería operarlas cuando estaban muy avanzadas, es decir, “maduras”, en la actualidad y con el advenimiento de modernas técnicas quirúrgicas se operan en el momento que el paciente nota que ya no puede realizar sus actividades o trabajo en forma adecuada, independientemente de que sean grandes o pequeñas.
   Se tiene antecedentes históricos de la cirugía de catarata desde la época de Celso 25 años a. C. el tratamiento era luxar el cristalino hacia atrás con unas largas agujas especiales, consiguiendo con esto mejor entrada de luz a los ojos. Fue en el siglo XVIII cuando se inició la técnica intracapsular, donde se retiraba todo el cristalino envuelto en su capsula, teniendo que utilizar lentes especiales para rehabilitar al paciente en su visión lejana y cercana. Pasaron muchos años para que el médico británico Harold Ridley, se diera cuenta que los fragmentos de plástico que entraban en los ojos de los pilotos de la segunda guerra mundial no causaban reacción en los tejidos del ojo, pues los parabrisas de los aviones estaban construidos con polimetil-metacrilato, ya que el vidrio era muy pesado y se rompía con facilidad, fue gracias a este descubrimiento que se pudo llegar a la fabricación de los sustitutos del cristalino o lentes intraoculares fabricados con alguna modificación de este material, permitiendo un enfoque natural al paciente operado de catarata. Actualmente existen en el mercado una gran variedad de lentes intraoculares: rígidos, plegables, mono focales y multifocales, sin embargo, éstos últimos requieren una gran precisión quirúrgica además de que tienen un costo muy elevado. Las técnicas actuales consisten en extracción extracapsular y facoemulsificación (fragmentación del cristalino por medio de una sonda de ultrasonido y extracción de los fragmentos por la misma sonda). La elección tanto de la técnica quirúrgica y el tipo de lente intraocular debe de ser determinado en conjunto por el oftalmólogo y el paciente, de acuerdo a sus requerimientos.
 
         La siguiente colaboración hablaré sobre mitos y realidades específicos sobre la catarata ocular. 
*Cirujana oftalmóloga. Profesora de Oftalmología de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.