viernes, 14 de febrero de 2014

LOS RIESGOS DE COMER CARNE


 
MC FRANCISCO JAVIER LOZOYA ENRIQUEZ
 
La mayor parte de los mexicanos estamos acostumbrados al consumo de carne, ya sea de herbívoros, carnívoros o animales provenientes de agua dulce o salada. El problema en sí, no está en su consumo, salvo en situaciones en donde por alteraciones fisiológicas, o por prescripción médica, se debe reducir su ingesta, como en los casos de pacientes hipertensos y con niveles de colesterol elevados. Las carnes rojas con un alto contenido en grasa pueden complicar aún más estas enfermedades. Existen parasitosis que son trasmitidas al hombre por cerdos, vacas, pescados, e incluso, acociles y cangrejos de ríos que puedan estar infestados con parásitos.
El parásito más común es la Tenia solium y su hospedador intermediario es el cerdo. Los “marranitos” (y no propiamente los de pan) llegan a tener entre sus músculos, la forma larvaria de la “solitaria”, término con el que se le conoce debido a que generalmente es un solo gusano el que parasita al hombre. Las Larvas de la Tenia solium se conocen como cisticercos. Si comemos, dicha carne, cruda o mal cocida, la enfermedad que se desarrollará no va a ser la cisticercosis, sino teniasis. Esta parasitosis no tiene importancia clínica porque no ocasionan alteraciones digestivas de importancia. Pero las personas que tienen esta forma del parásito en el intestino delgado, son un riesgo elevado para la comunidad, porque el gusano desprende diariamente porciones de su cuerpo llamados proglótidos grávidos que a su vez contienen miles de huevecillos que pueden contaminar las verduras que son regadas con aguas negras, o bien, se pueden transportar por el viento, agua o lo que se denomina vectores mecánicos, como las moscas y las cucarachas, principalmente. Estos huevecillos (microscópicos) son los responsables de ocasionar la cisticercosis, siendo la variedad más grave la neurocisticercosis, que puede causar la muerte.
En la literatura médica están descritas otras variantes que no dejan de ser importantes, pero en otra oportunidad hablaré de ellas, así como de otras, adquiridas precisamente por el consumo de carne de otros animales.
            Para terminar,  quiero insistir en que si los animales están enfermos pero la carne está bien cocida, el riesgo de una infestación prácticamente es nula, de tal manera, que se descarta la creencia popular de que por medio de las carnitas de cerdo se adquiere la cisticercosis. Claro que es por el consumo, sin embargo, si las carnitas están expuestas al medio ambiente y hay una gran cantidad de moscas que se están posando sobre las mismas, allí sí, el riesgo es muy grande y no sólo para la adquisición de esta parasitosis, sino de una gran variedad de infecciones por bacterias y o virus.
*Parasitólogo. Profesor de Parasitología de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.