sábado, 24 de noviembre de 2012

SALUD: DERECHO Y OBLIGACIÓN CIUDADANA

DR. ARTURO GONZÁLEZ VALDEZ*
El Siglo de Torreòn aquì
En las últimas décadas, México ha mostrado una mejoría notable en las condiciones de salud, ello se ha visto reflejado en el incremento de la esperanza de vida, que al año 2010 llegó a 77 años; ha disminuido la mortalidad infantil y se han erradicado algunas enfermedades prevenibles por vacunación. También, han disminuido las muertes por infecciones comunes y las relacionadas con la desnutrición y la reproducción. En cambio han aumentado las enfermedades crónico-degenerativas y las muertes ocasionadas por lesiones ya sea por accidentes o violencia.
Tratar enfermedades crónico-degenerativas implica tratamientos complejos y prolongados, los cuales representan una carga económica, tanto para las instituciones públicas, como para los pacientes y sus familias, sobre todo, para quienes no cuentan con las “bondades” de una afiliación institucional, por lo que atenderse en forma privada resulta sumamente caro.
El gobierno federal ha realizado reformas en el sistema nacional de salud para satisfacer las necesidades de los mexicanos. Sin embargo, existe un rezago financiero importante, ya que no están preparados para atender a un mayor número de personas de la tercera edad que requieren especialistas, tecnología sofisticada, medicamentos y procedimientos quirúrgicos costosos.
La transición demográfica y los programas implementados para reducir la morbilidad y la mortalidad, nos llevaron a una transición epidemiológica, (la gente padece enfermedades diferentes a las de hace décadas). Aun cuando los gobiernos estatales y federal están realizando esfuerzos para superarla con nuevos programas y mayor presupuesto, siempre serán insuficientes mientras no se ataque el problema de raíz.
Curar enfermedades resulta muy caro, especialmente las crónico-degenerativas y las que necesitan rehabilitación. Prevenir requiere menor presupuesto y determinar factores de riesgo resulta práctico y barato. Esto último implica realizar encuestas a personas “sanas”, en las que se investiga los antecedentes familiares,  hábitos y costumbres. Así, se determina el riesgo que se tiene de padecer ciertas enfermedades. Se informa al paciente el resultado, se le recomienda acudir a su médico para que inicie su control mediante exámenes de laboratorio y medidas higiénico-dietéticas que le ayudarán a evitar enfermedades como hipertensión, diabetes o detectar a tiempo cánceres que son curables. De este modo, se retrasará su inicio, se evitarían complicaciones y su manejo sería más accesible y menos costoso.
Estas encuestas se hacen a través de programas de fomento a la salud, y se aplican en empresas, escuelas, universidades y al público en general, en las Ferias de la Salud. Si tenemos mayor participación de la ciudadanía, el éxito de estos programas se reflejará en una comunidad más sana.
El objetivo de la medicina moderna es curar, prevenir, rehabilitar y determinar factores de riesgo.
*Médico Cirujano. Profesor de Propedéutica de la Clínica en la Facultad de Medicina de Torreón, U.A. de C.
La próxima colaboración será del Dr. Luis I. Gurza Morales, gastroenterólogo