sábado, 7 de julio de 2012

TRAUMATISMO CRANEOENCEFÀLICO

DR. MARIO DEL VALLE GONZÀLEZ*
El Siglo de Torreòn aquì
El traumatismo craneoencefálico (TCE) es un evento muy común en la vida de todos nosotros, y puede ser tan leve como un simple “coscorrón” y más serio y aparatoso, como una “descalabrada” en que hay alguna cortada y subsecuente sangrado profuso.
            Debemos recordar que la piel cabelluda tiene una gran cantidad de vasos sanguíneos que nutren los folículos pilosos y por ello cualquier herida en la cabeza es muy sangrante. Recuerden en la historia el suplicio que practicaban los indígenas americanos, conocido como “descabellar”, se imaginaran el sangrado, por lo cual muy difícilmente podrían sobrevivir.
            Volviendo a nuestro tema, el objetivo de este texto es poner ante ustedes la categorización objetiva que, como médicos, tenemos que valorar para poder asignar la gravedad de un traumatismo craneoencefálico
            Es evidente que el mecanismo del golpe y el tiempo que puede pasar inconsciente el paciente son muy importantes. Primero debemos asegurarnos de que tenga una adecuada respiración y una estabilidad hemodinámica (circulación), es decir, una adecuada coloración, temperatura, pulso, presión arterial y llenado capilar. Enseguida se procede a evaluar el estado neurológico. Lo cual se hace en base a parámetros objetivos conocidos como escala de Glasgow,  que es muy sencilla, por lo que no se necesita ser médico para entenderla bien. Esto nos  permite decidir estudios prioritarios y establecer la gravedad del golpe (TCE) y la repercusión en el tejido cerebral. Enseguida expongo los valores de los signos que se miden en la escala de Glasgow.
Apertura ocular: Ojos abiertos (4); abre los ojos al hablarle (3); abre los ojos al dolor (2); no abre los ojos (1).
Respuesta verbal: Orientado (5); confuso (4); uso de palabras inapropiadas (3); sólo emite sonidos (2); ninguna respuesta (1).
Respuesta motora: Obedece (6); localiza el dolor (5); se retira al sentir dolor (4);  flexión anormal (3); extensión anormal (2); ningún movimiento (1).
            La calificación máxima es de 15 puntos, es decir; podría estar como cualquiera de nosotros, con ojos abiertos, orientado y obedecer órdenes. La peor puntuación es de 3 puntos; no  existe ningún movimiento, ni lenguaje, es obvio que está muy, muy, mal y eso significa que requiere atención inmediata en un centro hospitalario.
            En general, los neurocirujanos a nivel mundial, tenemos muy claro que cualquier paciente con un Glasgow de 8 o menos requiere atención inmediata en terapia intensiva y que es urgente realizar estudios de Imagen (Tomografía Computada) y movilización de un equipo multidisciplinario de intensivistas, anestesiólogos, neurocirujanos, porque el TCE es grave y el tiempo es básico para que tenga la mejor oportunidad de recuperarse.
            Esta calificación permite hacer una evaluación objetiva, aún sin ser especialista, y no requiere de equipos especiales.

*Neurocirujano. Profesor de Neurología de la Facultad de Medicina de Torreón, U.A. de C.

La próxima colaboración será del Dr. Carlos de la Cueva Rodríguez, cirujano.