El Siglo de Torreón
DR. EDUARDO SERNA ZETINA*
El
Hospital Infantil Universitario perteneciente a la Universidad Autónoma de Coahuila,
fue inaugurado en 1951 con
aproximadamente 126 camas, respondiendo a la necesidad que había en esos años
por la gran cantidad de enfermedades
infectocontagiosas que afectaban a la
población infantil. Entre las enfermedades más comunes, que los niños padecían,
estaban la poliomielitis, la meningitis tuberculosa y las neumonías. Eran los
tiempos en que era necesario el uso de los pulmón de acero, instrumentos que
provocaban terror en los pacientes, porque era muy aparatoso, pero fueron de
gran utilidad para permitir que los pequeños enfermos de poliomielitis y no
podían respirar afectados por esta enfermedad viral, lo pudieran hacer y
permanecer vivos. En esta época no existía la vacuna antipoliomielitis, ya que
la primera se creó a mediados de los años 50 y la oral (en gotas) hasta
principios de los 60, reduciéndose dramáticamente la presentación de esta grave
enfermedad.
En 1976 el único hospital infantil
de la ciudad pasó a ser parte de la Universidad, gracias a que, como había
sucedido en el caso del Hospital General Universitario y a iniciativa de
alumnos y maestros de la Escuela de Medicina de esta ciudad, decidieron hacerse
de este hospital con fines de enseñanza. Era importante tener una institución
propia en donde además de dar un servicio, le ayudara a adquirir adiestramiento
a los futuros médicos. Esto fue, es y seguirá siendo muy valioso.
La Universidad Autónoma de Coahuila,
es la única que cuenta, en todo México, con 3 Hospitales Universitarios, 2 en
esta ciudad y 1 en Saltillo. Ello representa una gran fortaleza en cuanto a las
oportunidades que brinda a los estudiantes en su formación médica. Por eso
tenemos que reconocer y estar conscientes del gran sacrificio que tiene que
realizar la UA de C para poder mantener estos centros hospitalarios.
Los Hospitales Infantil y General
Universitarios no son gratuitos, son hospitales que tienen cubiertas no de
manera total sus nóminas. Por eso la única forma en que pueden sobrevivir y
mantenerse funcionando es a través del cobro de cuotas mínimas y con una gran
calidad de atención médica.
Las grandes fortalezas del Hospital
Infantil Universitario, aun dentro de sus limitaciones, son las de contar con
magnífico grupo de médicos pediatras, tanto generales como especialistas que
cubren la atención de los niños desde la etapa de recién nacidos hasta la
adolescencia; tener un conjunto de personal de enfermería con muy buena
preparación para manejar a los niños de todas las edades y tener un departamento
de enseñanza que se esfuerza de manera permanente para mejorar las competencias,
tanto del personal de enfermería como del
médico. Esto último, sobre todo, a través de la preparación de residentes de
pediatría; médicos especialistas que se están formando a lo largo de 3 años de
entrenamiento en las diferentes facetas que tiene esta especialidad.
Actualmente nuestro Hospital
Infantil se está preparando para su certificación, y al igual que el Hospital General, están
realizando un gran esfuerzo para llevar
a cabo el reconocimiento de ser consideradas instituciones que ofrecen
servicios de alta calidad a sus pacientes. Recientemente el departamento de
Oncohematología, lugar en donde se atienden niños con enfermedades graves como
leucemia y linfomas, se ha desarrollado de manera importante y se ha acreditado
para poder ofrecer sus servicios al Seguro Popular, incluso ya realizaron un
trasplante exitoso de médula ósea. Otras áreas de gran desarrollo en esta
institución son las de Consulta Externa, Urgencias, Cirugía, Neonatología y por
supuesto Infectología. Cuenta con área de privados en donde cualquier Pediatra
certificado de la ciudad puede internar a sus pacientes, sabiendo que se le
dará el mejor cuidado. Esperamos que en poco tiempo logremos esta certificación
y así continuar tratando a los niños de la región con el mejor cuidado.
*Cardiólogo. Profesor de
cardiología y Director General de la Facultad de Medicina, los Hospitales
Universitarios y Centro de Investigación Biomédica, Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será
de la Dra. Concepción Beltrán Rodríguez, pediatra.