El Siglo de Torreón
DR.
OTHÓN GITTINS NÚÑEZ*
En términos cotidianos, nos referimos a un defecto
refractivo o error de refracción cuando necesitamos usar lentes par ver mejor y
es común escuchar acerca de la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia,
siendo los problemas que se presentan por una alteración de refracción en el ojo.
Aquí, una breve explicación: El origen etimológico de la
palabra refracción nos remonta al latín “refractus” derivado a su vez del verbo
“refringo” que significa quebrar. En el ojo, en realidad no se quiebra nada,
sólo se desvía la luz que entra en él, de tal manera que refracción es el
cambio de dirección que sufre la luz al pasar de una densidad a otra. En el ojo
la luz pasa por varias densidades empezando de afuera hacia adentro está la córnea,
el humor acuoso, el cristalino y el cuerpo vítreo, todos con densidades
distintas y que tienen que ser traspasadas por la luz para llegar a la retina e
identificar correctamente una imagen.
Esto puede ocurrir por la alteración anatómica del ojo:
a)
En la córnea que es la parte más externa del ojo puede
haber cierto forma ovalada que da lugar al astigamtismo; confundiendo una letra
por otra o bien se nos “brinca el renglón”
b)
En el tamaño del ojo puede dar lugar a:
- Miopía cuando el ojo es grande, y tenemos que
acercarnos a los objetos para ver mejor.
- Hipermetropía cuando el ojo es más pequeño y existe
fatiga visual constante, dolor de cabeza y ojo rojo al realizar esfuerzo para
enfocar.
c) En el cristalino, que es el lente que nos ayuda a
enfocar de lejos y cerca, cuando pasamos de 40 años de edad, suele empezar a
hacerse más rígido perdiendo su elasticidad, y necesitamos alejar el brazo o
buscar más iluminación para enfocar los objetos cercanos.
Existen
varios tipos de cirugía refractiva, pero el más comúnmente realizado es el
procedimiento LASIK (del inglés Laser-Assisted in Situ Keratomileusis), la cual
utiliza un rayo láser para moldear la córnea. Indicaciones y contraindicaciones:
Se puede operar
a cualquier persona mayor de 21 años, que tenga algún defecto refractivo, ya
sea miopía, hipermetropía y/o astigmatismo, y que éste no haya variado
significativamente durante el último año.
No
se deben operar personas que aun presenten cambios en su graduación de sus
lentes en un mínimo de 6 meses, o bien presenten patologías oculares tales como alteraciones en
la forma y grosor de la córnea y otras patologías como cataratas, alteraciones
específicas de la retina, Inflamaciones oculares, o glaucoma, entre otras.
La
cirugía refractiva requiere en primer lugar que el paciente sea mayor de edad y
que el crecimiento de su ojo se haya detenido, lo cual ocurre entre los 18 y 20
años. El paciente dejarará de usar lentes para ver de lejos, esto en personas
menores de 40 años de edad, ya que después de esta edad, se presenta la
presbicia o “vista cansada” y requerirá de usar lentes para ver de cerca.
Existe
un método que se llama cirugía facorrefractiva, en dónde se involucra una
cirugía del cristalino y se pone un lente Intraocular (aun sin tener cataratas
existen lentes de éste tipo para mejorar el enfoque ante defectos de refracción.
El
examen completo y adecuado por su oftalmólogo determinará sus necesidades
visuales y las características de cada paciente y de cada ojo para ofrecerle la
mejor opción. Debe saber que la cirugía
la presbicia aún no está totalmente
perfeccionada.
*Cirujano
oftalmólogo. Egresado de la Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.
La próxima
colaboración será del Dr. Fernando Sánchez Nájera, Psiquiatra.