El Siglo de Torreón
DRA. ELSA MARGARITA ZÚÑIGA GALICIA*
Anteriormente se comentó sobre la importancia de la
población bacteriana (microbiota) intestinal para el buen funcionamiento de
este aparato y para la salud en general. A continuación veremos algunas
patologías asociadas a trastornos en la microbiota.
1.- Infección por Clostridium difficile: Más
frecuente en adultos mayores, tratados con antibióticos por largos períodos. Se
asocia a disminución de la flora intestinal que normalmente mantiene bajo
control a este agente infeccioso
2.- Síndrome de intestino irritable. Enfermedad
digestiva sumamente frecuente, caracterizada por dolor abdominal crónico y ya
sea diarrea o estreñimiento. Su origen se atribuye a alteraciones de la
motilidad intestinal, hipersensibilidad visceral, estados post infecciosos,
etc. Recientemente se ha descubierto que la flora intestinal de estos pacientes
se encuentra disminuida y con menor diversidad.
3.-Enfermead inflamatoria intestinal: (Enfermedad de
Crohn y Colitis Ulcerosa) Aunque se reconoce un componente genético hereditario
en ellas, algunas investigaciones añaden una interacción anormal entre la
microbiota intestinal alterada y el sistema inmunológico de la mucosa, lo cual
podría provocar inflamación intestinal crónica. Estos pacientes muestran una
microbiota con menor diversidad, y baja
estabilidad, sin que quede claro si es causa o efecto de la enfermedad.
4.- Obesidad y alteraciones metabólicas: Las
bacterias intestinales utilizan los nutrientes de los alimentos y producen
diferentes compuestos, por ejemplo, el butirato, producto de la fermentación
bacteriana de fibras dietéticas, sirve como fuente de emergía celular y aumenta
la saciedad. Estudios con ratones muestran que cuando varía la proporción de
diferentes bacterias hay obesidad, al igual que en humanos, y el trasplante
fecal de ratones obesos a ratones magros les produce obesidad. Individuos
obesos que recibieron trasplante de flora fecal de pacientes delgados
disminuyeron su resistencia a la insulina. En ambos casos hay aspectos por
definir.
5.- Alergias: Hay evidencia de que la modificación
en la colonización bacteriana y exposiciones durante la infancia, y el
tratamiento recurrente con antibióticos puede promover respuestas inmunológicas
anormales, dando lugar a trastornos alérgicos.
6.- Enfermedades neuropsiquiátricas: Algunos
trastornos como esquizofrenia, autismo, anorexia nerviosa, etc, en individuos
genéticamente susceptibles se están relacionado con alteraciones en la flora
intestinal que permitiría la entrada a la sangre de proteínas bacterianas con
propiedades neuroestimuladoras.
Tratamiento: Por supuesto depende de la Enfermedad
de base y solo el médico determinará la utilidad. Muchos estudios han
demostrado los efectos benéficos de prebióticos y probióticos en modular la
flora intestinal. Los prebióticos sirven como “alimento” para las bacterias,
mejorando su funcionamiento y permitiendo el crecimiento de las “bacterias
buenas”. Los probióticos, algunos incluyendo microorganismos vivos, presentes
en algunos productos fermentados como el
yogurt, ayudan a la microbiota intestinal a mantener el balance, la integridad
y diversidad. Los simbióticos son una mezcla de ambos que actúan en forma
sinérgica.
El trasplante de flora fecal es seguro y eficaz con
tasas de curación mayores de 90% en pacientes con Clostridium difficile. Consiste en la infusión por endoscopía de una
suspensión líquida de microorganismos intestinales de heces provenientes de
donante sano, lo que permite restaurar la flora colónica. Para que este procedimiento sea exitoso deben
seleccionarse a donantes apropiados, considerando eficacia y efectos adversos
de este tratamiento.
Creemos que falta mucho por esclarecer respecto al
papel de la microbiota en la enfermedad humana, sin embargo es importante
evitar la automedicación con antibióticos que podrían causar complicaciones.
Será el médico tratante el indicado para prescribirlos, de ser necesario.
*Histopatóloga.
Secretaria Académica y Profesora de Histología y Patología de la Facultad de
Medicina de Torreón, UA de C.
La
próxima colaboración será del Dr. Othón Gittins Núñez, Cirujano
Oftalmólogo.