DRA. ELSA MARGARITA ZÙÑIGA GALICIA*
El Siglo de Torreón
Cada
célula del cuerpo humano está diseñada para cumplir funciones específicas, y suele adaptarse, dentro de ciertos límites,
a situaciones diversas de demanda o estrés.
La enfermedad básicamente significa lesión o disfunción
de un grupo de células. Existen numerosos agentes agresores del cuerpo humano y
las células responderán de alguna de las siguientes formas: 1.- Contrarrestan
la agresión sin sufrir daño. 2.- Se
adaptan temporalmente para sobrellevarla, sobre todo si es de baja intensidad
y/o largo tiempo. 3.- Se lesionan,
o 4.- Se mueren.
Dentro de las causas de enfermedad tendríamos que empezar
por mencionar alteraciones genéticas (heredadas
por uno o ambos padres) o las
alteraciones adquiridas, que causarán disfunción en la síntesis en algunas
células o incluso malformaciones.
Un origen frecuente no solo de lesión, sino también de
muerte, es la falta de oxígeno, necesario para la vida y función celular. Esta
falta puede deberse a obstrucción parcial o total de los vasos sanguíneos que
lo llevan, a que la hemoglobina que lo acarrea en los eritrocitos no sea
suficiente, como es el caso de las anemias, o porque el sistema respiratorio,
responsable de oxigenar la sangre a partir del medio ambiente, no lo hace por
diversos motivos. Tendríamos que añadir que el oxígeno a niveles elevados
también es dañino.
Otra
causa serían los agentes químicos. Muchos de los compuestos que son necesarios
para la vida o la función tales como la glucosa, el colesterol, el sodio, e
incluso el agua, al elevarse o disminuir de su rango de normalidad, son causa
frecuente de enfermedad. Muchos agentes químicos potencialmente tóxicos se
encuentran en el ambiente en que vivimos o trabajamos, además de los que
consumimos como preservadores de alimentos, o los “estímulos sociales” como el
alcohol y el tabaco, relacionados ampliamente con numerosas enfermedades.
Los agentes físicos tales como temperaturas extremas, radiación (incluso la
solar), choques eléctricos, cambios en la presión atmosférica, etc. son potenciales agresores celulares.
Los agentes biológicos como los microbios tienen diferente relación con los seres
humanos, viven con nosotros en armonía,
están bajo control, incluso algunos nos ayudan, otros nos pueden causar
enfermedad. Los agentes infecciosos varían desde virus submicroscópicos hasta
gusanos de más de un metro de longitud.
Otro factor que influye en el estado de salud, son los
desequilibrios nutricionales. Ambos extremos del espectro como la obesidad y la
desnutrición, ya sea secundaria a pobreza, a otras enfermedades, o a bulimia y
anorexia.
El sistema inmunitario defiende contra agentes extraños,
sin embargo, también podrían causar lesión celular, al reaccionar contra
tejidos propios o causar reacción alérgicas.
A todo lo anterior tendríamos que agregar la
participación en accidentes o las lesiones intencionalmente infringidas. Por
supuesto que muchos factores pueden combinarse, como en el cáncer, donde
confluyen factores genéticos y exposiciones ambientales.
Es increíble la cantidad de agentes potencialmente
dañinos para nuestro cuerpo, pero la buena noticia es que disponemos también de
numerosos sistemas de defensa. Lo importante es analizar cuáles de las causas
mencionadas podríamos evitar y de qué manera podemos ayudar a nuestro organismo
a hacerles frente de la mejor manera, para nuestro bien.
*Histopatóloga. Secretaria
Académica y Profesora de Histología y Patología de la Facultad de Medicina de
Torreón, UA de C.