DR. MANUEL ESTRADA QUEZADA*
“Solos, somos invisibles; juntos, somos invencibles”
De los signos y síntomas más desagradables que el ser
humano puede padecer, ocupa un lugar
preponderante el dolor, ya sea físico o moral. De igual manera, las hemorragias
causan un gran impacto en el ánimo de quien las sufre. El insomnio, las náuseas,
los vómitos, los mareos, la dificultad respiratoria, las crisis de pánico, de
angustia, o de ansiedad y cualquier tipo de fobias, llegan a asustarnos y
preocuparnos, especialmente cuando pensamos que se trata del aviso de una
enfermedad grave o mortal. De ahí la importancia de las visitas médicas
preventivas. De esa manera evitamos sorpresas y si existiese algo por corregir,
estaríamos a buen tiempo de hacerlo.
Sin embargo, respetando su opinión, creo que las
enfermedades físicas, por más terribles que éstas sean, no igualan a las
enfermedades de la mente. En las primeras, independientemente de los órganos
afectados, de alguna manera tenemos respuesta al grado de daño, su evolución y
desenlace. En el caso de las enfermedades mentales, no alcanzamos a comprender
que es lo que está sucediendo. Si se trata de un ser querido, nos asusta su
comportamiento, si es pasivo o agresivo. Nos preocupan los pensamientos que
exterioriza de manera incoherente e incongruente. Duele observar su alejamiento
de la realidad y deterioro cotidiano. Agravándose cuando el paciente trata de
hacerse daño a sí mismo.
La vida cambia cuando se convive con un ser querido que tiene
la mirada extraviada, vacía, como de muerte, con indiferencia hacia todo y con
cara impersonal que lastima y asusta. Uno siente que una espina estará por
siempre en nuestro corazón. Sin embargo,
tenemos que elegir cambiar los pensamientos que nos lastiman. Elegir ver la
vida con espíritu positivo. También tenemos que cambiar la percepción que tenemos
del mundo, de los demás y de nosotros mismos. De esta manera ayudaremos a
mejorar las condiciones de nuestro enfermo.
Al buscar ayuda profesional en estos casos, el común de
la gente es toparse con un nuevo obstáculo: el económico, ya que la medicina
psiquiátrica es muy cara o una de las más costosas en los tratamientos, en
relación a otras enfermedades orgánicas.
La finalidad de esta colaboración, es comunicar que,
afortunadamente, existen grupos y personas, los cuales ayudan a la población
vulnerable y de escasos recursos económicos a sobrellevar una situación de este
tipo. Encontramos a ALSAME (Asociación Lagunera Para la Salud Mental A.C.), que
se ubica en una clínica atrás de Plaza Jumbo, al oriente de Torreón. allí, ofrecen
asesoría y tratamiento a quienes presentan trastornos obsesivos compulsivos,
depresión severa, pánico, esquizofrenia o bipolaridad. Existen grupos de
terapia grupal entre otros auxilios. Si necesita de este apoyo comuníquese a
los números telefónicos: 7 21 49 72 y 2 68 58 70.
*Médico
Legista. Profesor de Medicina Legal de
la Facultad de Medicina de la UA de C.
La próxima colaboración será de la Dra. Susana Bassol
Mayagoitia, Endocrinóloga de la Reproducción.