lunes, 9 de junio de 2014

CRECIMIENTO DE LA PROSTATA

CRECIMIENTO PROSTÁTICODR. ALEJANDRO GÓMEZ ALVARADO*
El Siglo de Torreón

La próstata es una glándula exclusiva de los hombres. Se encuentra ubicada en la pelvis baja entre la vejiga y la uretra que es el conducto que trasporta la orina hacia el exterior, de hecho, forma parte de ésta, en lo que se conoce como uretra prostática. La próstata tiene como función producir aproximadamente el 30 % del líquido seminal ya que el resto lo producen las vesículas seminales; esto es esencial para la supervivencia de los espermatozoides, porque así se logra tener una buena fertilidad.
El tamaño de la próstata en el hombre joven, hasta los 40 años, es de una nuez pequeña, pero a partir de esta edad, por causas que aún no se conocen específicamente y que la única condición es que persista la presencia de hormonas masculinas. La próstata empieza a aumentar de volumen, generando obstrucción a nivel de la uretra lo que impide el vaciamiento adecuado de la vejiga. Este crecimiento es lento y gradual de tal manera que el paciente lo hace perceptible hasta que la vejiga agota su reserva funcional y esto conlleva al inicio de los síntomas de obstrucción en la vía urinaria. En promedio los hombres lo manifiestan entre los 50 a 65 años de edad. Los síntomas son: disminución en la fuerza y calibre del chorro urinario, pujo al momento de orinar, aumento en la frecuencia urinaria, sobre todo durante la noche (nicturia), goteo terminal acentuado y en ocasiones datos irritativos urinarios e incluso sangrado por la orina.
Para ser más acuciosos en el diagnostico se realiza una exploración digital rectal, así como exámenes de ultrasonido prostático, uroflujometría y en situaciones especiales uretrocistoscopia, para establecer el grado de obstrucción que tiene el paciente y determinar el tratamiento más conveniente. Dentro de los tratamientos utilizados para este trastorno, los podemos dividir en dos: el tratamiento médico y el quirúrgico. La decisión depende de varios factores, entre ellos, la edad, condiciones generales del paciente, el hecho de que aun mantenga relaciones sexuales, la coexistencia de otras patologías, etc. Sólo el urólogo tratante y el paciente decidirán el que mejor se adapte a sus necesidades y circunstancias. Si se decide por el tratamiento médico hay que hacer notar que éste debe ser por tiempo prolongado o de manera indefinida. Pero, en promedio, es en forma intensa durante 2 años y posteriormente con dosis de mantenimiento, como en cualquier patología crónica. El tratamiento quirúrgico tiene varias modalidades, la más común es la cirugía endoscópica o resección transuretral de manera convencional o con tecnología lasser o de evaporación o ultrasónica, etc. También, en menor frecuencia, está la cirugía abierta convencional que se indica cuando el volumen de la glándula es muy grande.
Por lo anterior se recomienda a la población masculina que sobrepase los 45 años iniciar su chequeo anual para evaluar si existen datos de problema prostático, ya que son muy comunes tanto por el crecimiento del cual escribí el día de hoy, como por el cáncer de próstata que es el de mayor incidencia en el hombre y ocupa el segundo lugar en mortalidad. Del cáncer de próstata hablaré en la próxima participación.
*Urólogo. Especialista en trasplante renal. Profesor de urología de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Daniel Arrellano Pérez Vertti, traumatólogo.