El Siglo de Torreón
El
tejido nervioso (incluyendo el cerebro, la médula espinal y los diferentes
nervios del cuerpo) tiene la particularidad de que son excitables, es decir, se
comportan como generadores de electricidad que se mide en microvoltios, de
manera que se requieren medidores extraordinariamente finos para su registro. Ésta
capacidad se fabrica en las células a través de movimiento de moléculas de
sodio y potasio (entre otros electrolitos) a manera de “chorro” que generan
diferencias eléctricas en la membrana que cubre las neuronas.
Pensando en que las neuronas (que
son las células que componen el sistema nervioso) tienen cargas eléctricas y
las trasmiten a manera de cables a lo largo del cuerpo, es más fácil entender
que, así como discurre la electricidad (que lleva o trasmite un estímulo o una
orden, como puede ser mover un dedo o sentir un piquete), así de fácil es
pensar que a veces tienen descargas anormales o una especie de “corto circuito”
cuando hay alguna enfermedad o proceso que irrita a las neuronas.
Las convulsiones (frecuentemente
llamados “ataques”) son el resultado de este corto circuito, que ocasiona movimientos,
sin propósito, e involuntariamente de los músculos representados en determinada
zona del cerebro que descarga por alguna enfermedad.
Estos movimientos o ataques, nos
obligan a estudiar la causa y el sitio del cerebro que está enfermo y que se
hace evidente por las convulsiones, y hay una enorme variedad de padecimientos
que ocasionan descargas anormales del cerebro, y, obviamente, requieren de
estudios clínicos, de laboratorio y de gabinete, a través de un especialista,
que además le dará tratamiento preventivo, para intentar que no se repita tan
frecuentemente (anti-convulsivantes).
Lo primero que debemos hacer en caso
de que alguno de nosotros esté en presencia de un “ataque” o convulsión, es:
(1) evitar que se dañe la persona al caer inconsciente, (2) si es posible
colocar una cuchara en la boca, para evitar una mordedura en la lengua (no meta
su dedo porque la persona esta inconsciente y puede morderla y lastimar
gravemente, (3) déjele que pase el “ataque” y si puede cuente el tiempo y
observe cual es la parte del cuerpo que se mueve involuntariamente.
Difícilmente una crisis convulsiva
tarda más de 60-90 segundos, es muy aparatosa e incluso puede tener una
respiración muy ruidosa y con sonidos desagradables, pero no es mortal, se
recupera y después la persona queda dormida o aletargada, pero ya sin
movimientos anormales y con una respiración tranquila. El siguiente paso, es
llevarle a Consulta a un Centro Hospitalario o al Especialista.
Cuando las convulsiones se repiten
sin causa aparente a pesar de los estudios (que son normales) y habitualmente
aparecen desde la infancia o adolescencia temprana se denomina Epilepsia y
requiere de tratamiento preventivo y control por muchos años.
Cualquier duda consulte con nosotros
en el Hospital General Universitario.
*Neurocirujano.
Profesor de Neurología de la Facultad de Medicina de
Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Adalberto Mena Caldera,
Psiquiatra.