DRA. SUSANA BASSOL MAYAGOTIA*
En la actualidad el consumo de alcohol se ha
incrementado notablemente y se ha reportado como otro factor responsable de
problemas de infertilidad. El alcohol en
animales de experimentación disminuye la concentración de hormonas ováricas
inhibiendo la ovulación e interfiriendo con el transporte del espermatozoide
a través de la trompa uterina. También ocasiona disminución del tamaño de
ovarios y ausencia de menstruaciones. En
mujeres alcohólicas se ha encontrado baja concentración de hormonas del ovario y
se ha relacionado la cantidad ingerida de alcohol con desordenes menstruales como
períodos irregulares, menstruaciones dolorosas
ausencia de menstruaciones por más de tres meses. En las mujeres
embarazadas la incidencia de abortos es de 15 a 20 % más alta, el
desprendimiento prematuro de la placenta y los nacimientos antes de la fecha
ideal. Se ha reportado que la alta ingesta de alcohol por la mujer, ocasiona malformaciones
congénitas y el síndrome fetal alcohólico al nacimiento. La toma de alcohol en
cantidad moderada se ha asociado con disminución de la fecundidad en la mujer.
Los productos químicos que se consideran capaces de
alterar de alguna manera, la función reproductiva y cuya exposición puede ser
laboral o derivada del medio ambiente, abarcan a los pesticidas, funguicidas, fertilizantes,
insecticidas, fumigantes y rodenticidas, todos estos utilizados en los cultivos y el campo en general, pueden afectar la función
reproductora de modo significativo, sobre todo la cuenta espermática en el varón
y abortos en las embarazadas expuestas. La exposición a agentes físicos como
los isótopos radioactivos, sobre todo en mujeres que trabajan en laboratorios
pueden alterar el desarrollo de los óvulos, o por daño directo sobre las gónada
que ocasione un daño ovárico prematuro.
En los últimos años la mujer se ha involucrado en
el medio labora igual que el varón, representando el 60% de la fuerza laboral
en muchos países. Se ha reportado que largas jornadas de trabajo puede ser un
factor de riesgo para la reproducción, disminuyendo incluso la actividad sexual
de la pareja.
En mujeres que laboran más de 71 horas a la semana
se suma a este factor el estrés que ocasiona desde alteraciones menstruales hasta
trastornos neurológicos que afectan la reproducción. El trabajo en la mujer embarazada
puede ocasionar, amenaza de aborto y partos antes de la fecha ideal.
En relación al ejercicio extenuante, muchas mujeres
atletas desarrollan diferentes alteraciones reproductivas que van desde menstruaciones
o alteraciones en sus ciclos que les impiden ovulaciones exitosas. Estas
alteraciones se pueden presentar por el estrés físico del ejercicio el estrés
psicológico de la competencia, deficiencias nutricionales y bajo peso corporal
o baja cantidad de grasa ya que se propone que el balance negativo entre la
ingesta y el gasto elevado de energía inducen alteraciones en la función
reproductiva.
En la gran mayoría
de las alteraciones ocasionadas por estilo de vida y medio ambiente que afecten la función
reproductora, existe la posibilidad de recuperar el potencial de fertilidad siempre
y cuando se modifiquen los factores que sean susceptibles de cambiar para poder
ofrecer alterativas de tratamientos a la pareja.
*Endocrinóloga de la reproducción. Jefa del
Departamento de Salud Reproductiva del Centro de investigación Biomédica (CIB)
y Profesora de Fisiología de la Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Adalberto Mena
Caldera, Psiquiatra.