DR. JOSÉ LUIS MACHADO OROZCO*
La salud es un reflejo de la cultura de cada país,
es un concepto interno de cada nación que refleja cómo se distribuye la salud y
la enfermedad en una sociedad. Algunos de los médicos hemos olvidado el
concepto de salud que abarca un enfoque integral del individuo, que no solo
implica el conocimiento médico de la salud y la enfermedad sino también
cuestiones sociológicas y antropológicas del individuo que acude solicitando un
servicio para recuperar su estado de salud.
Comúnmente, ante
la falta de conocimiento por parte del paciente sobre su proceso salud-enfermedad,
es fácil que el mismo se deje influenciar ante los comentarios o
recomendaciones que alguien cercano a él pudiese darle. Y es ahí donde el
médico debe inducir un proceso educativo en su paciente, haciéndole ver que su
salud es un estado de un valor incalculable y que es responsabilidad suya preservar
y evitar perder esa condición; que al igual invierte en la reparación de su
auto, casa o cualquier otro pertenencia
que le hace agradable su vida es necesario invertir en el cuidado de su salud,
haciéndole ver que el equilibrio físico social emocional y espiritual lo
conducirán a obtener una condición
saludable, haciendo destacar que existen además los factores de riesgo que
pudiesen llevar a alguna enfermedad.
Los médicos contamos con ese conocimiento y es substancialmente
importante trasmitirlo a nuestros pacientes; reactivar nuevamente la relación médico-paciente, que
en la actualidad lamentablemente se ha perdido. Los profesionales de la salud
deben persuadir al paciente para hacer lo que le corresponde y así todas las
partes involucradas, en este proceso de atención, lo hagan modificando los factores
de riesgo que propician la enfermedad e invitando a implementar en la vida
diaria los estilos de vida saludables.
La organización Mundial de la salud establece que
los pilares principales para mantener el estado de salud son una alimentación balanceada y el ejercicio. El desconocimiento en
la, población de los beneficios que se obtienen al realizar estas dos
estrategias conlleva a la negación de implementarlos en su vida cotidiana. Esta
negación seguida de una aceptación pasiva, no optimizará cabalmente el estado
de salud y menos hará que se recupere.
Debido a la falta de cultura, nuestra población descubre su enfermedad cuando
ésta ha ganado terreno, complicando su vida; es entonces cuando los pacientes recuerdan
que existen profesionales de la salud que pueden ayudarle. Lamentablemente para
entonces es demasiado tarde y difícilmente se puede recobrar la salud del
paciente.
Es necesario, además de fomentar los estilos de vida saludable, sugerir
algunos hábitos que condicionan nuestra salud como lo son:
- La organización del tiempo de trabajo y el tiempo de descanso.
- La alimentación.
- La higiene personal.
- La limpieza del hogar.
- La ventilación del hogar.
- La forma y condiciones en que nos desplazamos al trabajo.
- La manera de organizarnos en nuestro trabajo.
- La diversión y el tiempo de ocio.
- La alimentación.
- La higiene personal.
- La limpieza del hogar.
- La ventilación del hogar.
- La forma y condiciones en que nos desplazamos al trabajo.
- La manera de organizarnos en nuestro trabajo.
- La diversión y el tiempo de ocio.
Los médicos deberán de darse un tiempo
razonable para ser como un docente en el consultorio y educar a los adultos
será un buen inicio para que las futuras generaciones traigan consigo el
conocimiento transmitido de generación en generación. Entonces no sólo se mitigara
el dolor con analgésico, ni el estrés con ansiolítico, sino que será dar tribuna libre para al paciente, será escuchar
orientar asesorar educar y prescribir cubriendo en forma holística las cuatro esferas en lo físico, social,
emocional y espiritual. Con ello seguramente se mantendrá o se recuperara el
estado de salud.
*Médico general. Jefe de Salud Publica y
Epidemiologia del HU
La próxima colaboración será de la Dra. Susana
Bassol Mayagoitia, Endocrinóloga de la reproducción.