DR. GERARDO PÉREZ ROJAS*
En
la actualidad, las ciencias médicas nos exigen mayor integridad de diagnósticos.
Así mejoramos la capacidad de resolución de los problemas de salud. En este
contexto, y tomando en cuenta a la mujer como eje de la sociedad, debemos ser
particularmente cautelosos y concretos del diagnóstico que otorguemos a la
paciente; sobre todo para que su actividad física y desenvolvimiento social y
familiar siga siendo óptimo.
Uno
de los problemas que con mayor frecuencia enfrenta la mujer es el sangrado
uterino anormal, es decir, aquellas mujeres que sufren de ciclos menstruales
irregulares y hasta, en ocasiones, hemorrágicos, situación que implica
modificar hábitos y costumbres, desde lo social hasta lo sexual. Dentro de las
causas más comunes se encuentra la miomatosis uterina (conocido también como fibromas),
que se define como la presencia de tumores benignos en la superficie del útero
(o matriz) que originan dolor, sangrados, estreñimiento, anemia, molestias
urinarias entre otras. El diagnóstico se establece principalmente por
ultrasonido, este estudio es rápido y de bajo costo, y nos señala de manera
efectiva la ubicación y tamaño de los miomas. En los factores de riesgo tenemos
a la edad, mujeres mayores de los 35 años tienden a presentarlos, obesidad,
antecedentes herodofamiliares y ausencia de embarazos. La paciente acude a
consulta principalmente por referir ciclos menstruales irregulares y con
aumento del sangrado, en días y cantidad y es capacidad del médico detectar la
causa.
¿Cómo
tratar a una paciente con miomatosis? El tratamiento depende principalmente de
la ubicación y tamaño de los miomas y los deseos de reproducción. Cuándo los
miomas son pequeños y no ocupan el interior del útero, es decir, no involucran el
endometrio, el manejo puede ser médico y no quirúrgico. Se conserva el útero y solamente
se vigila. Cuando las circunstancias son otras, habrá que valorar los deseos de
reproducción de la paciente, ya que si desea embarazarse y los miomas lo imposibilitan,
se evaluará la posibilidad de quitar sólo los miomas. En el otro extremo,
hablando de las pacientes en las que su
paridad ya ha sido satisfecha y presentan miomas y sangrados de difícil control,
la histerectomía es la alternativa definitiva al problema. En la actualidad se
puede extirpar la matriz por vía laparoscópica (por pequeños orificios
abdominales), lo que ofrece una recuperación muchísimo más rápida y menos
dolorosa de la mujer, este procedimiento realizado por supuesto por manos
expertas y equipo adecuado. De otra forma, la histerectomía convencional, ya
sea vía abdominal o vaginal es la opción, aunque conlleva mayor tiempo de
recuperación y el consiguiente dolor, a final de cuentas la intención es tener
mujeres sanas y productivas, para bienestar propio y de su familia.
Siempre
hay que recordar que si se presentan ciclos anormales de menstruación, dolor
pélvico o esterilidad, no duden en recibir consulta y orientación, puede
tratarse de miomatosis uterina, si no es así, quizá solo sea un desajuste
hormonal. Cualquiera que sea el caso debe de resolverse con la mejor
alternativa para la paciente, debemos de señalar que la mayoría de los casos se
podrá solucionar con medicamentos, que van desde sustancias para cohibir la hemorragia
hasta medicamentos hormonales. No sobra decir que es fundamental la evaluación
individual de la paciente.
*Ginecobstetra.
Profesor de ginecología de la Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.
La
próxima colaboración será de la Dra. Alma Hernández, epidemióloga.