sábado, 27 de abril de 2013

CÁNCER DE TESTÍCULO

DRA. ELSA MARGARITA ZÚÑIGA GALICIA*
El Siglo de Torreòn, aquì
Con frecuencia se piensa que el cáncer es una enfermedad que afecta solo a adultos y adultos mayores, sin embargo, existen tumores propios de niños, adolescentes y jóvenes. Entre ellos podemos mencionar el cáncer de testículo, el cual, aunque constituye menos del 1 % de todos los tumores malignos en varones adultos, suele afectar a jóvenes de 20 a 34 años y son raros antes de la pubertad.
Los testículos son considerados glándulas mixtas, ya que por una parte producen los espermatozoides, importantes para la reproducción, y por otra, producen hormonas responsables de caracteres sexuales primarios y secundarios de los varones. En su desarrollo embrionario migran de la cavidad abdominal hacia el escroto, ya que la formación de espermatozoides requiere temperatura más baja (2°C a 3°C), lo cual logra en su nueva posición.
El cáncer es la causa más importante de aumento de tamaño, firme e indoloro de los testículos. Existen diferentes tipos de tumores testiculares, la mayor parte de ellos derivan de las células germinales, que son las células precursoras de espermatozoides, aunque existe un porcentaje menor originado en otras células testiculares. La causa no es conocida aunque hay algunos antecedentes que se consideran importantes. Los pacientes con criptorquidia esto es, cuando un testículo no descendió a la bolsa escrotal,  y permanece en alguna parte del trayecto de descenso, tienen un riesgo 3 a 5 veces mayor de desarrollar cáncer en ese testículo no descendido. Se habla también de alteraciones cromosómicas y en el desarrollo de los órganos sexuales, así como de tendencia familiar, sin que sea claro su mecanismo de aparición.
Como ya se mencionó, existen numerosas variedades de tumor, algunas de ellas con evolución más lenta, mejor pronóstico y respuesta al tratamiento y otras que metastatizan con rapidez, ya sea a ganglios linfáticos, hígado, pulmones, etc. Algunos marcadores tumorales, que se detectan en sangre, como Alfa Feto proteína y Gonadotropina coriónica humana pueden ser útiles para el seguimiento de la enfermedad, y para valorar la respuesta al tratamiento. El tratamiento varía de acuerdo al tipo de tumor, los menos agresivos son sensibles a la radiación. Los más graves requieren quimioterapia, precedidos ambos por la extirpación del testículo, o en su caso de ganglios regionales, lo cual es indispensable para el diagnóstico y clasificación.
Es importante enseñar a los jóvenes a explorarse los testículos y darles la confianza necesaria para que al detectar cualquier aumento de volumen, se lo comuniquen a alguien de la familia y busquen ayuda del médico especialista, ya que por ser indoloro, y en muchos casos por pena, con frecuencia se acude al médico cuando la lesión ya ha dado metástasis.
*Patóloga. Secretaria Académica y Profesora de Histología y Patología de la Facultad de Medicina de Torreón, U.A. de C.
La próxima colaboración será de la Dra. Rosa María Núñez Adame, cirujana oftalmóloga.

lunes, 22 de abril de 2013

MORIR CON DIGNIDAD


DR. MANUEL ESTRADA QUEZADA*
El Siglo de Torreòn, aquì
Nos preocupa saber si existe vida después de la muerte, pero no nos ocupamos en vivir adecuadamente la vida que tenemos antes de morir.

Si alguien acelera o adelanta la muerte de un enfermo que sufre, ya sea  porque padece una enfermedad terminal o porque él mismo encuentra que la vida ya no tiene ningún sentido, indudablemente, esa persona estaría cometiendo un homicidio. Así lo contempla la legislación mexicana. Y es que la eutanasia, que significa buena muerte o muerte por piedad, no puede estar al libre albedrio de los médicos o de cualquier persona, porque se colocaría en una posición de ser superior o de juez y ese no debe ser nuestro papel.

Esta primera acción eutanásica puede parecer cruel  y prestarse a una gran polémica. Sin embargo, lo mismo sucede con otra actitud que asumimos ante un enfermo desahuciado, con una pobre calidad de vida, a quien fundamentalmente la familia le pone todos los obstáculos posibles para su propia muerte, a esta acción se le conoce como distanasia. De tal manera, podemos observar que con egoísmo disfrazado de falso amor, buscando el beneficio propio, de quienes no les importa el sentimiento del que sufre, más frecuente de lo que quisiéramos que fuera, encontramos a médicos y familiares en una “encarnizada lucha terapéutica” para prolongar la vida del doliente, sin reflexionar que realmente lo que están prolongando es la agonía, no la vida. Nadie con pensamiento claro, podrá ser ciego y sordo ante un ser humano que postrado recibe “papilla” como alimento, misma que no reconoce como tal y mucho menos disfruta. Vemos a un cuerpo casi inerte, con llagas en la piel (producto de la misma postración e inmovilidad), lleno de tubos, agujas, sondas, con muchos medicamentos y oxígeno en tanque; incapaz de respirar el aire de la vida, es decir, en una larga agonía.

Si bien es cierto que el enfermo puede ser nuestro dador de vida, ya sea madre o padre, a quien amamos, también es cierto que deberíamos de respetar su necesidad de descanso e igualmente respetar sus ciclos de vida. Ojalá no nos ganara el egoísmo.

Pero, ¿qué es lo más prudente?  Sin duda alguna, respetar el proceso natural de muerte o lo que conocemos como ortotanasia, en donde tenemos a nuestro paciente en forma higiénica, sin dolor, bien alimentado, con el auxilio espiritual del culto que profese y rodeado de su familia y de los que lo aman. En conclusión, lo que debemos hacer es no adelantar, ni retrasar la muerte.    

*Médico legista. Profesor de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de Torreón de la U.A. de C.

www.facultaddemedicinatorreon.blogspot.com

La próxima colaboración será de la Dra. Elsa Margarita Zúñiga Galicia, patóloga.

sábado, 13 de abril de 2013

EMBOLIA PULMONAR

20081106 mgb Embolia pulmonar .jpgDR. ANTONIO PADUA Y GABRIEL*
El Siglo de Torreòn

La embolia pulmonar se establece cuando un coágulo se desprende desde una de las piernas y viaja hacia la circulación pulmonar. Este fenómeno ocasiona que las concentraciones de oxígeno en la sangre bajen y se produzca un aumento en la presión pulmonar.
La embolia pulmonar constituye la tercera causa de morbilidad y mortalidad por padecimientos vasculares durante la estancia hospitalaria. Solamente es superada por el infarto del miocardio y el accidente vascular cerebral.
Existen fenómenos fisiológicos asociados a la embolia pulmonar ya que al ocluirse una arteria pulmonar y aumentar la presión pulmonar puede originar, cuando ésta es grave, insuficiencia cardiaca derecha. También, la disminución de oxígeno (hipoxemia) puede producir arritmias cardiacas graves que eventualmente originan la muerte.
Para que un individuo desarrolle una embolia pulmonar debe tener uno de tres factores conocidos como triada de Virchow: estasis vascular, aumento de la coagulación o daño en las paredes internas de las venas.
Las enfermedades asociadas o generadoras de embolia pulmonar son: cáncer, fracturas, defectos en la coagulación de la sangre, cirugías de cadera y rodilla (u otras de duración prolongada) y deficiencia de algunos factores que promueven la disolución de coágulos.
            El cuadro clínico consiste en dificultad respiratoria, aumento de la frecuencia respiratoria, sensación de ansiedad, dolor en la pierna afectada e inflamación de la misma. En la esfera cardiovascular se encuentra taquicardia, arritmias, la presión arterial puede bajar (lo que hablaría de la gravedad del proceso). Cuando un paciente tiene una embolia pulmonar acompañada de choque y falla cardiaca derecha se produce un cuadro de lo más grave en patología cardio-pulmonar, a esta entidad se le denomina embolia masiva. Cuando ésta no se trata oportunamente causa la muerte.
Los estudios que se deben realizar son: placa de tórax, gasometría arterial, ecocardiograma y electrocardiograma. El diagnóstico definitivo se hace actualmente con angio-tomografía computarizada. Algunos marcadores como el dimero D, un producto de la coagulación también es útil.
La embolia pulmonar menor o no grave se trata con anticoagulantes como la heparina seguida de anticoagulantes orales como la acenocumarina o el dabiratran, así como anticoagulantes parecidos al dabiratrán, éstos constituyen nuevos anticoagulantes. El tiempo estimado de anticoagulación por vía oral es de aproximadamente 6 meses.
La embolia pulmonar menor es una enfermedad que habitualmente tiene buen pronóstico toda vez, que muchos coágulos se pueden resolver espontáneamente. La embolia pulmonar mayor o masiva tiene una mortalidad alta y debe tratarse inmediatamente, ésta última puede requerir fibrinolíticos que destruyen directamente el coagulo pero pueden causar hemorragia en otros niveles. La otra opción de manejo es introducir un catéter para fragmentar y aspirar los coágulos.

*Neumólogo. Profesor de neumología de la Facultad de Medicina de Torreón, U. A de C.

La próxima colaboración será del Dr. Manuel Estrada Quezada, médico legista.

sábado, 6 de abril de 2013

NIÑOS AZULES

DR. EDUARDO SERNA ZETINA*
El Siglo de Torreòn, aquì

Decir que una persona es de “sangre azul” (frase de origen Español) es señalar que pertenece a la realeza. Es probable que este sobrenombre haya surgido porque las personas del norte de España tenían la piel muy pálida, casi traslúcida, lo que permitía visualizar las venas “azules”, en contraposición de sus enemigos del sur, que eran de piel más oscura, por lo que resultaba más difícil observar la coloración de las venas.
El caso de los llamados niños azules, nada tiene que ver ese concepto erróneo de nobleza. Aunque hay que reconocer que esta coloración es más fácil de observar en niños de piel blanca que en niños morenos. El término médico se denomina cianosis y proviene de la raíz griega kianous que significa azul. La cianosis es debida a que aproximadamente un tercio de la sangre, o especialmente de la hemoglobina, no tiene oxígeno. Las causas de que la piel se torne cianótica son principalmente enfermedades del corazón, pero también padecimientos pulmonares, sanguíneos, de los vasos sanguíneos y por efecto de algunos medicamentos. Otra causa benigna incluye el clima frío.
La presentación de este fenómeno es variable. En algunos niños se manifiesta sólo al llorar, otros desde el nacimiento, y otros más, hasta después de algunos meses de edad. Asimismo, existen personas en que la coloración azul aparece en edad adulta. Cuando la causa es cardíaca, se trata de enfermedades congénitas, siendo la mayoría graves y que, generalmente, requieren tratamiento quirúrgico. Estas patologías pueden o no acompañarse de soplos, que son ruidos que produce el corazón al pasar la sangre a través de orificios o válvulas cardiacas a mucha velocidad y que semejan el ruido que se produce al soplar.
            La coloración azul de la piel es más fácil de detectar en áreas de mucha circulación, como los labios, debajo de las uñas, bajo la lengua y los taloncitos de los bebés. Algunas de estas enfermedades son tan graves que provocan la muerte temprana, o son de difícil corrección quirúrgica. En algunos casos el único recurso es el  trasplante de corazón. Recientemente los avances médicos y quirúrgicos han permitido que muchos de estos niños puedan ser operados, de tal forma que se considera que hay más adultos que niños con enfermedades congénitas del corazón.
Las cardiopatías congénitas cianóticas son más frecuentes si existen antecedentes familiares y se acompañan de defectos congénitos de otros órganos. Además se deben tener presentes las complicaciones que resultan de estos padecimientos como el peso y talla baja, propensión a la gota  (ácido úrico alto), embolias y abscesos cerebrales, así como defectos de la coagulación. Afortunadamente los padecimientos del niño azul son raros.
*Cardiólogo. Director y Profesor de Cardiología de la Facultad de Medicina de Torreón, U. A. de C.

La próxima colaboración será del Dr. Antonio Padua y Gabriel, neumólogo.