DR.
JAVIER ÁNGEL BENÍTEZ LÓPEZ*
La
causa más frecuente de interrupción del paso de aire de la boca y nariz hacia
los pulmones, en personas que han perdido el conocimiento, es su propia lengua.
Ésta, se comienza a desplazar hacia la garganta obstruyendo el paso de aire, generando
de esta manera la asfixia. Esto se puede solucionar de una forma muy sencilla,
inclinando la cabeza la persona hacia atrás. Otras causas por las cuales se
puede obstruir el paso del aire a los pulmones es por los llamados cuerpos
extraños (alimentos u otros objetos que los niños pueden llevar a su boca), por
lo que es importante que los niños siempre estén al cuidado de un adulto y
supervisen los juguetes u objetos que pueden llevarse a la boca sin riesgo. Una
forma de asegurarnos que estos objetos no sean tan pequeños como para provocar atragantamiento
al niño, es tratar de pasar dicho objeto a través del tubo de un cartón de
papel higiénico, y de no pasar por él, se considera un juguete u objeto seguro.
La
asfixia por un cuerpo extraño mejor conocida como obstrucción de la vía aérea
por cuerpo extraño (OVACE) es una condición que pone en riesgo la vida de las
personas, por tal motivo es necesario actuar de forma oportuna.
Cuando
una persona se está atragantando es imposible que pueda hablar, toser o
respirar; por lo que deberá alertar a las personas que se encuentren a su
alrededor mediante una señal universal, la cual consiste en llevar sus manos al
cuello. En ese momento las personas que estén cerca intentarán auxiliarla y
deberán preguntarle si puede hablar o si se está ahogando. A lo cual la víctima solo podrá girar su
cabeza a los lados indicando que no; inmediatamente después se le dirá que se
le va a proporcionar ayuda y se
procederá a realizar la llamada maniobra de Heimlich, que consiste en colocarse
por detrás de la víctima, pasando sus brazos por debajo de sus brazos, a manera
de abrazo y empuñando una mano y colocándola por arriba del ombligo y la otra
encima quedando las manos una sobre otra. Enseguida presionará el abdomen del
paciente fuertemente y en repetidas ocasiones, hasta que arroje el objeto o
quede inconsciente; inmediatamente después se deberá pedir ayuda a un
profesional. Únicamente cuando la víctima se trata de una persona con obesidad
o embarazada nuestras manos se colocaran por debajo de los brazos de la víctima
y en medio del pecho en lugar del abdomen y se presionara de la misma manera.
Esta
técnica es fácil de realizar y es de mucha utilidad. Sabemos que en la mayoría
de las ocasiones en las que se presenta una víctima de asfixia por cuerpo
extraño, no habrá un profesional de la salud que lo ayude. Por eso es
importante difundir técnicas como la
hiperextensión del cuello para liberar las vías aéreas de la propia lengua del paciente
y la maniobra de Heimlich. Si la mayoría de la población conoce estas fáciles acciones
se podrán salvar muchas vidas.
*Cirugía
general y laparoscopia. Profesor de Técnica quirúrgica en la Facultad de
Medicina, Torreón, UA de C.
La
próxima colaboración será del Dr. Juan Antonio Medina Adame, pediatra.