El dolor de espalda baja o lumbar, es un
padecimiento enormemente frecuente en todas las sociedades y culturas del
mundo, se calcula que el 90 % de la población, en algún momento ha sufrido de dolor
espalda baja de mayor o menor intensidad. Este padecimiento produce incapacidad
laboral de muchos días a lo largo del año en muchos lugares del mundo, pero la
mayor parte de ellos mejoran con algunos días de reposo, antiinflamatorios no
esteroides (por sus siglas AINES), analgésicos y medidas generales como reposo,
calor local, masajes con pomadas e incluso con productos veterinarios como el
Domoso, con lo que finalmente mejoran las molestias en unos días y pueden
eventualmente repetirse en varios años, en menor o mayor medida, a esto se le
llama también Lumbago y es dolor local, en ocasiones más intenso de un lado que
del otro, pero siempre en la región lumbar y con cierta irradiación paramedial
(a los lados de la columna, o línea media) y sin irradiación dolorosa a las
extremidades pélvicas.
Cuando las molestias se irradian
a las extremidades inferiores o pélvicas que incluyen el glúteo (nalga) muslo,
pierna y pie, se conoce como ciática, es decir, hay alguna irritación de los
nervios que salen de la columna y que van destinados a ciertos territorios
cutáneos y determinados músculos de muslos y piernas que nos permiten
identificar el nivel de afección neural.
En
palabras sencillas: las raíces nerviosas salen de cada agujero intervertebral
entre el cuerpo de la vértebra superior y la inferior en un espacio llamado agujero
de conjunción que a lo largo de su trayecto se reúne con otras raíces para,
unidos, formar un nervio de mayor volumen, de manera que Ud. imagine que cada
uno de sus dedos es una raíz y al juntarse en la mano forman un “plexo”, que
termina en un nervio muy grueso que en el caso de las extremidad inferior, se
llama ciático que se puede comparar con su antebrazo, si se imagina que cada
raíz es un dedo de su mano. El plexo lumbar está formado por la conjunción de
las raíces de lumbares 2-3-4-5 y Sacro 1 que terminan en lugares específicos
que los médicos tenemos “mapeados” y sabemos cuál es la representación de cada
raíz y eso nos permite tener un diagnóstico de precisión mayor.
La
mayor parte de los cuadros dolorosas lumbares (lumbago) o ciáticos
(lumbociático) son pasajeros o autolimitados, (alrededor del 90-95 %), y no hay necesidad de hacer nada especial,
más que reposo, AINES, analgésicos y medidas generales y por ello, no requieren mayor atención por parte del
médico
Cuando
el dolor persiste por una semana o más y sigue muy intenso o se acompaña de
debilidad y/o anormalidades de sensibilidad: hormigueo y adormecimiento, que se
denominan parestesias. Entonces hay necesidad de hacer más estudios y/o consultas con un especialista que quizá le mande algunos
medicamentos más poderosos y/o requiera
de exámenes de imagen como rayos X y Resonancia Magnética Nuclear
para determinar si el problema ya es estructuralmente permanente y no se puede
resolver tan fácilmente y que eventualmente necesite el apoyo de medicina física
para intentar mejoría y en caso contrario pudiera requerir de cirugía cuando
algunas anormalidades de columna son definitivas y por más intentos que hagamos
de mejorar, persistirán y no van a ceder.
Afortunadamente
las molestias, la mayor parte de las veces no son graves, es decir no
comprometen la vida y este permite que puedan ser estudiadas con cierta calma,
y valorar los resultados de diferentes intentos terapéuticos y eventualmente
diferentes opiniones médicas y/o quirúrgicas, hasta que puedan ser correctamente evaluadas por el
paciente y familiares.
Hay
muchísimas variedades de tratamiento, que justamente requieren de un buen
especialista que determine, en base a la persistencia, hallazgos clínicos y
estudios de imagen y cuál es la mejor opción para el tratamiento.
En
general los especialistas mejor involucrados en este tipo de lesiones son los Ortopédicos
(que se dediquen a columna) y los Neurocirujanos.
*Neurocirujano.
Profesor de Neurología de la Facultad de Medicina, Torreón, UA de C.
La
próxima colaboración será del Dr. Humberto Saavedra Vivar, Ginecólogo.