“La relación médico-paciente es una conciencia ante una
confianza”
Dr. Ignacio Chávez
Creo con verdadera convicción, que muchos de los
problemas que actualmente enfrentamos tienen solución en la educación. No
olvidemos que el hogar forma y la escuela informa.
Después de leer el artículo del Dr. Arnoldo Kraus (El Siglo de Torreón, sección Editorial,
4 de noviembre, 2012) “Medicina sin ética” donde revela datos escalofriantes de
médicos que han participado sin consentimiento de los pacientes en
esterilizaciones, inoculación de bacterias, ensayos de medicamentos y pruebas
de resistencia a fríos extremos, entre otras crueldades. Asì, describe cómo hay
médicos que participan en torturas y experimentación en humanos, justificándose
en la necesidad del conocimiento de enfermedades infecto-contagiosas, sin
importarles la vida de los “conejillos de indias humanos”. La muerte en estos
casos es pecata minuta. De esta
manera el Dr. Krauz (profesor de Ética Médica de la UNAM) nos asoma a un mundo
que algunos creíamos que ocurría sólo en el cine de ficción.
Pero si volteamos a ver nuestra realidad local y
observando la actuación no ética de los médicos, debo señalar que hay muchos que
tienen pésimas relaciones humanas, que son arrogantes, prepotentes, déspotas e insensibles.
Es claro que estos médicos no tuvieron una formación de valores en su hogar y
la universidad les paso de noche, o puede ser que sean personas que tienen como
prioridad la ciencia y la tecnología, olvidando que esto se maneja con máquinas,
pero que es necesario retomar el humanismo. Aunque las acciones de impericia,
negligencia, imprudencia o inobservancia de reglamentos, tienen responsabilidad
penal y civil y son delitos clasificados como culposos, es decir el médico no
hizo o provocó el daño en forma deliberada.
Nadie desconoce las marcadas diferencias entre la práctica
médica Institucional y la Privada, pues en la primera se maneja un gran volumen
de pacientes junto con un burocrático sistema, en donde el paciente cae en una vorágine
de especialidades, citas, turnos, horarios y calendarios e impiden un contacto
cercano en la relación médico-paciente. Sin embargo, en la práctica privada,
donde está de por medio una remuneración económica inmediata, el trato hacia el
paciente es más cálido y de mejor calidad, aunque sean los mismos médicos.
Regionalmente no estamos al nivel de crueldad reseñado
por el Dr. Krauz y existen, afortunadamente, muchos médicos éticos y honestos.
Pero esto no nos exime de la ineludible responsabilidad, sobre todo los que se
manejan ante grupos de alumnos, deben de insistir y no olvidar que en nuestras
manos está la responsabilidad de formar buenos médicos. Los padres deben formar
buenos hombres y mujeres y los maestros buenos profesionistas.
*Médico
Legista. Profesor de Medicina Forense y Jefe del Servicio Médico Legal del
Hospital Universitario. Facultad de Medicina U.A. de C.
La próxima colaboración será del Dr. Arturo González Valdez, cirujano