sábado, 21 de septiembre de 2013

COMPLICACIONES EN LA REPARACIÓN DE UNA HERNIA INGUINAL

DR. RAÚL GUZMÁN MUÑOZ*
El Siglo de Torreón
El cirujano general, sea o no herniólogo, cuenta con múltiples técnicas diseñadas para reparar las hernias inguinales. Será su decisión seleccionar la que considere la más adecuada o la que mejor domine con el fin de obtener óptimos resultados. Sin embargo, en algunos casos estos resultados no son los esperados, por lo que la convalecencia del paciente se alarga debido a complicaciones que obligan a una segunda operación correctora. Lo anterior generará inconformidad y reclamo por parte del paciente quien podrá aducir mala práctica médica y entablar un juicio legal.
Es imposible evitar un resultado no deseado; sin embargo el desarrollo de una técnica quirúrgica depurada aunado a un conocimiento preciso de las estructuras anatómicas, disminuirá al mínimo los resultados inesperados. Las complicaciones pueden presentarse durante el mismo acto quirúrgico o bien en la etapa del postoperatorio sea inmediata o tardía. Cualquier estructura anatómica involucrada en el proceso herniario es susceptible a la lesión. La hemorragia intensa durante la cirugía puede estar presente ante la lesión de un vaso de gran calibre como son los femorales, lo que obligaría a su reparación inmediata. Los hematomas en la herida pueden presentarse horas después de la cirugía sobre todo en aquellos pacientes que habían estado ingiriendo aspirina o cualquier medicamento anticoagulante. Su resolución se logra mediante drenaje por punción o a través de la misma herida, pudiendo quedar una equimosis (moretón) el cual desaparecerá en las siguientes semanas. Las parestesias o distorsiones en la sensibilidad en el área genital, que el paciente manifiesta como adormecimiento, son producto de disrupciones de nervios involucrados en la hernia. Esta manifestación es de carácter temporal y la mayoría de las veces desaparece en pocas semanas. La llamada inguinodinea es producto del atrapamiento de un nervio en una sutura o grapado lo que generaría un dolor agudo, intenso e incapacitante por tiempo prolongado, terminando por lo general en una segunda cirugía para el retiro de la sutura o grapa que atrapa dicho nervio. Una discapacidad durante la marcha puede presentarse por la lesión inadvertida del nervio femoral, paralizando los músculos anteriores del muslo e impidiendo la extensión de la pierna, afectando consecuentemente la marcha. Lo anterior obligaría a una inmediata reintervención tendiente a reparar dicho nervio. La diseyaculaciòn (dolor a la eyaculación) se presenta cuando existe un exceso de manipulación y pinzamiento excesivo del conducto que transporta los espermatozoides (conducto deferente) lo que generara fibrosis y angulación en su trayecto provocando dificultad en el flujo seminal, lo que se manifiesta con dolor urente e intenso que acompaña o sigue a la eyaculación.
La Infección puede estar presente por contaminación durante el acto quirúrgico o por una deficiencia en los mecanismos protectores del organismo, obligando a la apertura de la herida para el drenaje del material purulento y el uso de antimicrobianos.
Las vísceras vecinas pueden también estar involucradas en la hernia y ser sujetas a lesión. La vejiga, los intestinos, delgado y grueso, pueden ser lesionados durante la disección por lo que deberán ser reparadas adecuadamente durante el acto quirúrgico. El cirujano deberá de comunicar lo anterior a todo paciente que se va a someter a este tipo de cirugía mediante el acta de “Consentimiento informado”.
*Cirujano. Profesor de Anatomía y Secretario Administrativo de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.

La próxima colaboración será del Dr. Manuel Estrada Quezada, médico legista.