El Siglo de Torreón
La
función sensorial desempeña un papel importante en la vida de cada uno de
nosotros, ya que proporciona la facultad de tocar, ver, oler, probar y
escuchar; sensaciones, que al manifestarse lo pueden hacer con percepciones
agradables o desagradables.
Las percepciones agradables nos provocan placer
que desencadena el estímulo de una sustancia en la hipófisis con la
intervención del hipotálamo, llamada endorfina, la cual nos hace sentir bien, nos
ayuda a responder de mejor manera a las agresiones físicas como el dolor, a
superar sentimientos como la tristeza y a evitar la depresión; mejora el estado
de salud físico y mental. En cambio, cuando las sensaciones son desagradables, perturba
de cierta manera nuestra calidad de vida.
La
alteración del sentido del gusto o disgeusia, se puede presentar como
una disminución del gusto (hipogeusia), una pérdida total del gusto (ageusia) o
bien como una perversión del gusto (parageusia), en la cual se percibe un sabor
muy desagradable de los alimentos. La causa no está bien definida, sin embargo,
se ha relacionado con una compleja asociación de factores biológicos y
psicológicos que la hacen multifactorial y tomando en cuenta que los sabores
viajan a través de la lengua al cerebro consciente, la hace muy difícil de
tratar. En Estados Unidos existen 1.1 millones de personas que sufren este
desorden del gusto. En México desconocemos su incidencia, por considerarse como
un síntoma y no como una enfermedad, omitiendo su registro en el CIE (Clasificación
internacional de enfermedades).
Se
le ha atribuido, a problemas en la modificación química de la saliva actuando
como obstáculo para estimular el botón gustativo, situación que puede ser
observada en el curso de la enfermedad de Gougerot Sjogren.
La
carencia nutricional y vitamínica, influyen también en la falta de estimulación
del botón gustativo, que frecuentemente se relaciona con pacientes que se
encuentran en tratamiento con quimio o radioterapia.
La saliva,
es el agente que hace soluble los sabores, para que puedan hacer contacto con
las papilas gustativas, por lo tanto, una falta de saliva (xerostomía), en
pacientes con deshidratación o bajo los efectos de medicamentos
anticolinérgicos, puede originar el síntoma.
La
causa más frecuente, está relacionada con la ingesta de medicamentos tales
como; antiarritmicos, diuréticos, hipoglicemiantes, antibióticos,
antimicóticos, aniinflamatorios no esteroideos,, anticonvulsivantes,
inmunosupresores etc.
Se han registrado casos, en que la proteína
salival “gustina-zinc dependientes” no permite que los sabores lleguen a las
papilas gustativas y por consecuencia existe alteración del gusto. También el
tabaquismo es causante de disgeusia, ya que ocasiona carencia de vitaminas B12
y C, aun cuando los trastornos del gusto por esta causa se consideran como no
severos.
Este síntoma, no se considera por muchos pacientes
ni profesionales de la medicina como importante, sin embargo, no sentir placer
al disfrutar de las comidas, trae consigo una serie de trastornos como la
anorexia, pérdida de peso, a la tristeza, y a la depresión, perturbando la
calidad de vida de quien lo padece y preocupando a su familia que se ve
afectada al no saber cómo bridarle ayuda. Por consiguiente es necesario;
detectar la existencia del síntoma, acudir a un profesional de la medicina para
investigar la causa, e incidir sobre la posible etiología. Algunos médicos,
administran Zinc con buenos resultados.
*Médico
cirujano. Profesor de Propedéutica de la Clínica de la Facultad de Medicina, Torreón,
UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Raúl Guzmán Muñoz,
cirujano.