El Siglo de Torreòn
En
todo el hemisferio norte del planeta, la primavera se ha instalado desde hace
casi dos meses. Además, aquí en la Comarca Lagunera, es más patente por sus
elevadas temperaturas, a ello hay que agregarle el clima seco por ser una zona
desértica. Recordemos que a unos cuantos kilómetros de Torreón, se encuentran
las dunas de Bilbao, en donde se observan grandes cerros de arena que
representan un atractivo turístico natural de esta región.
Sin
embargo, este clima caluroso, es un arma de dos filos, porque nos protege de la
supervivencia de muchos organismos, pero favorece el desarrollo de otros, que
nos pueden causar verdaderos problemas de salud. Por ejemplo, entre los
insectos con los cuales el hombre se encuentra en contacto la mayor parte del
año, están las moscas y las cucarachas. La situación con estos organismos es
que transportan en sus patas y cuerpos, una gran cantidad de parásitos, que no
sobreviven en el medio ambiente durante mucho tiempo a temperaturas elevadas
como las que aquí se presentan. Pero, los parásitos al encontrarse en materia
fecal humana y de animales, basura, alimentos en estado de descomposición, son
trasportados por estos artrópodos que funcionan como “vehículos” y transportan
los parásitos a utensilios de cocina, comida, frutas y agua, facilitando de
esta manera la entrada en nuestro cuerpo.
Las
parasitosis emergentes que cursan con un cuadro clínico diarreico son
provocadas por quistes de Entamoeba histolytica
(amibas), Giardia Lamblia, Blastocystis sp., ooquistes de Cryptosporidium Parvum, Toxoplasma Gondii e Isospora Belli,
huevos de lombrices como Ascaris Lumbricoides,
Hymenolepis Nana, Toxocara canis, Taenia spp.
Algunas
de las moscas que se encuentran en nuestra región, por ser agrícola y ganadera,
dejan en los alimentos y heridas larvas que son causantes de miasis provocada
precisamente por las larvas de las moscas presentandose alteraciones digestivas
y lesiones cutáneas.
Conociendo
los mecanismos de adquisición de las parasitosis, podemos establecer medidas de
prevención, que son muy sencillas; consisten en no permitir la presencia de
moscas y mucho menos de cucarachas, en nuestros hogares. Esto implica no dejar
trastes sucios de un día para otro, ni restos de comida en la cocina (sobre todo
en las estufas y las licuadoras). Es importante colocar mosquiteros en las puertas
y ventanas, lavar bien frutas y verduras, eliminar adecuadamente la basura y el
papel de los baños. Por supuesto, la prevención elemental es el lavado de las
manos antes de comer y después de ir al baño.
Es
muy lamentable que todavía existan colonias que no cuentan con los servicios de
agua y alcantarillado, porque esto promueve el desarrollo de los vectores
mecánicos (moscas y cucarachas), precisamente por estas carencias.
*Bioparasitólogo. Profesor de
Parasitología de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.
La
próxima colaboración será del Dr. Humberto Saavedra Vivar, ginecólogo.