sábado, 15 de junio de 2013

PRIMAVERA Y RIESGO DE PARASITOSIS

M.C. FRANCISCO J. LOZOYA ENRIQUEZ*
El Siglo de Torreòn
En todo el hemisferio norte del planeta, la primavera se ha instalado desde hace casi dos meses. Además, aquí en la Comarca Lagunera, es más patente por sus elevadas temperaturas, a ello hay que agregarle el clima seco por ser una zona desértica. Recordemos que a unos cuantos kilómetros de Torreón, se encuentran las dunas de Bilbao, en donde se observan grandes cerros de arena que representan un atractivo turístico natural de esta región.
Sin embargo, este clima caluroso, es un arma de dos filos, porque nos protege de la supervivencia de muchos organismos, pero favorece el desarrollo de otros, que nos pueden causar verdaderos problemas de salud. Por ejemplo, entre los insectos con los cuales el hombre se encuentra en contacto la mayor parte del año, están las moscas y las cucarachas. La situación con estos organismos es que transportan en sus patas y cuerpos, una gran cantidad de parásitos, que no sobreviven en el medio ambiente durante mucho tiempo a temperaturas elevadas como las que aquí se presentan. Pero, los parásitos al encontrarse en materia fecal humana y de animales, basura, alimentos en estado de descomposición, son trasportados por estos artrópodos que funcionan como “vehículos” y transportan los parásitos a utensilios de cocina, comida, frutas y agua, facilitando de esta manera la entrada en nuestro cuerpo.
Las parasitosis emergentes que cursan con un cuadro clínico diarreico son provocadas por quistes de Entamoeba histolytica (amibas), Giardia Lamblia, Blastocystis sp., ooquistes de Cryptosporidium Parvum, Toxoplasma Gondii e Isospora Belli, huevos de lombrices como Ascaris Lumbricoides, Hymenolepis Nana, Toxocara canis, Taenia spp.
Algunas de las moscas que se encuentran en nuestra región, por ser agrícola y ganadera, dejan en los alimentos y heridas larvas que son causantes de miasis provocada precisamente por las larvas de las moscas presentandose alteraciones digestivas y lesiones cutáneas.
Conociendo los mecanismos de adquisición de las parasitosis, podemos establecer medidas de prevención, que son muy sencillas; consisten en no permitir la presencia de moscas y mucho menos de cucarachas, en nuestros hogares. Esto implica no dejar trastes sucios de un día para otro, ni restos de comida en la cocina (sobre todo en las estufas y las licuadoras). Es importante colocar mosquiteros en las puertas y ventanas, lavar bien frutas y verduras, eliminar adecuadamente la basura y el papel de los baños. Por supuesto, la prevención elemental es el lavado de las manos antes de comer y después de ir al baño.
Es muy lamentable que todavía existan colonias que no cuentan con los servicios de agua y alcantarillado, porque esto promueve el desarrollo de los vectores mecánicos (moscas y cucarachas), precisamente por estas carencias.
*Bioparasitólogo. Profesor de Parasitología de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Humberto Saavedra Vivar, ginecólogo.