DR. PABLO RUIZ FLORES*
El Siglo de Torreòn
Desde
hace décadas, los científicos han estudiado el material hereditario llamado
ADN. Al principio, los investigadores podían estudiar un gen o unos pocos, con
mucho esfuerzo. Sin embargo, el desarrollo de aparatos sofisticados, ha
permitido a los científicos analizar rápidamente miles de genes y sus
productos. A través de la ciencia genómica se conoce el genoma que es el conjunto
completo de genes de una especie.
La genómica está ampliando el estudio de la
expresión génica y la función de la célula. En los últimos 10 años, los
microarreglos (una tecnología de alto rendimiento, que junto con la secuenciación
que fue la primera) han cambiado radicalmente nuestra capacidad de estudiar las
bases moleculares de las células y los tejidos tanto en la salud como en la
enfermedad, proveyéndonos de una visión nueva de la biología. Por ejemplo, en
la investigación del cáncer, se han encontrado nuevas oportunidades de diagnóstico
y pronostico al clasificar los tumores.
Un desarrollo nuevo y excitante es la metabolómica
(el estudio de las moléculas que las células producen cuando están
funcionando), ha sido posible gracias a la generación de chips. Así, en los
próximos años, veremos el estudio de redes biológicas dominando la escena de
las ciencias biomédicas.
Para interpretar la gran cantidad de datos que
estos estudios generan, ha sido necesario el desarrollo de la bioinformática. Gracias
a esta ciencia, la información genómica puede ahora ser analizada en programas
computacionales que simulan los procesos biológicos. La bioinformática abarca
campos de la biología, integrando el estudio de los genes, de las proteínas y
sus metabolitos; lo que se le conoce como biología de sistemas.
En medicina, los resultados científicos y las
biotecnologías aplicadas derivadas de la genómica se están utilizando para predecir
eficazmente las enfermedades y los riesgos asociados con drogas y otras
sustancias químicas. Esto contribuirá el descubrimiento y desarrollo de
medicamentos para tratamientos médicos personalizados y medicina preventiva. En
ese escenario, los signos y síntomas del paciente se asociarán al funcionamiento
de los genes y esto a su vez con el diagnóstico y el tratamiento.
En la agricultura y veterinaria, los procesos
genómicos mejorarán la seguridad alimentaria, el rendimiento de los cultivos, la
calidad de los productos animales, a través de una mayor eficiencia en la crianza
y conocimiento de la fisiología animal. La genómica, como la biología integrada,
son tareas enormes que no se podrán conseguir sólo en el laboratorio. Hay mucho
trabajo por hacer antes de encontrar su total aplicación. Además, existe la
necesidad de proveer de información a la sociedad para que obtenga una mejor
comprensión de estos conceptos y de la importancia de su aplicación en la vida
diaria.
*Genetista.
Investigador y Profesor de genética de la Facultad de Medicina de Torreón, UA
de C.
La
próxima colaboración será del M.C. Francisco J. Lozoya, parasitólogo