El Siglo de Torreòn Aquì
Los
medicamentos son preparaciones químicas que contienen varias substancias junto
con el principio activo, que es él que tiene la acción deseada. Los otros
componentes ayudan a que ese fármaco pueda ser administrados; se les llama
excipientes.
Son
necesarios porque cumplen con varias funciones como: Ser Diluyentes; que ayudan a completar la forma o volumen del
medicamento, (lactosa, almidón, etc.),
Humectantes que generalmente aumentan la solubilidad. Agentes Tensioactivos, que favorecen la penetración del principio
activo. Además se usan: Lubricantes, Antioxidantes, Agentes quelantes,
Anestésicos locales, Tampones o buffers, Agentes de difusión, Isotonizantes,
Lubricantes, Adsorbentes, Conservadores antisépticos etc.
Los excipientes adicionados dependen de las características fisicoquímicas de los
principios activos y su vía de administración. Por ejemplo al elaborar jarabes
es necesario la adición de correctores de sabor, como saborizante de naranja,
fresa, etc. De acuerdo con la vía de administración la penicilina, se puede
aplicar con diferentes componentes: solución fisiológica si es endovenosa,
procaína si es intramuscular, o con fenoximetil por vía oral.
Los
laboratorios determinan con que excipiente se debe de acompañar el principio
activo. Primero, para que éste sea biodisponible, es decir que el fármaco esté
libre de cualquier otro componente y listo para ser absorbido a partir del
sitio de administración y esté libre y en cantidad suficiente para tener la
acción en el sitio donde se quiere que actúe. Segundo, que el medicamento tenga
estabilidad desde que sale de la fábrica, hasta aplicarse al paciente, pasando
por la distribución y almacenamiento. Es precisamente la estabilidad de la
preparación farmacéutica la que se exige al laboratorio para cada uno de sus
medicamentos, considerándose que cuando no se conservan al 100 por ciento las
propiedades fisicoquímicas óptimas se determina que el medicamento está caduco,
conceptualizándose entonces la caducidad definiéndola como la no seguridad en
que la preparación farmacéutica del medicamento para que conserve las
propiedades de biodisponibilidad del principio activo, pérdida de efectividad o
la transformación del principio o que sus excipientes se vuelvan tóxicos. (FDA
de Norteamérica, 1979, Norma Oficial Mexicana NOM 073 SSA1- 1993). Por ello la
obligación del retiro de medicamentos con caducidad no se ha investigado, por
ética, su toxicidad, biodisponibilidad o efectividad. Existen datos de que
algunos medicamentos conservan su efectividad y biodisponibilidad de 2 a 5 años
más de la fecha de caducidad con acción variable del 20 al 90 por ciento aun
cuando se conserven en sus envases originales y con las especificaciones de
conservación, pero los datos no se han generalizado por los argumentos
enunciados. La toxicidad sólo se ha documentado para tetraciclinas que producen
nefrotoxicidad al caducarse (Fimpter, JAMA, 1963). Ya no han aparecido más
reportes.
Por
el momento debido a las incertidumbres expuestas los medicamentos caducos no
deben de ser administrados.
*Farmacólogo y Geriatra. Profesor de
Farmacología de la Facultad de Medicina de Torreón U.A. de C.
La
próxima colaboración será del Dr. Eduardo Serna Zetina, cardiólogo