El Siglo de Torreòn aquì
Alois
Alzheimer, neurólogo alemán, fue el primero en describir en el año 1906, lo que
ahora conocemos como demencia tipo Alzheimer. Conforme aumenta la expectativa
de sobrevida en la población; mayor probabilidad de presentar Alzheimer. Se
calcula que hasta un 6 por ciento de las personas mayores de 60 años sufren
esta patología incapacitante. Sólo una pequeña proporción de los casos inician
en edades más tempranas. No se conoce la causa. Aunque la mayoría de los casos
parecen depender de una combinación de factores; genéticos, ambientales,
alimenticios, enfermedades vasculares cerebrales, envejecimiento, etc.
Los
síntomas se relacionan con la degeneración de algún grupo de neuronas; células
esenciales para el correcto funcionamiento de las áreas cerebrales encargadas
de los aspectos cognitivos (memoria, lenguaje, razonamiento, orientación,
cálculo, pérdida de lo ya aprendido o conocido). Otros síntomas acompañantes
son trastornos de conducta, ideas de referencia, alucinaciones y trastornos del
sueño.
Parte
de estos síntomas están relacionados con una disminución de ciertos
neurotrasmisores, como la acetilcolina y disfunción del ácido glutámico. Por
este motivo se han desarrollado fármacos que potencian el efecto de estas
sustancias, aunque su efecto es moderado. Actualmente se está investigando la
eficacia de una vacuna que evite el depósito de proteínas dañinas en las
neuronas.
Estudios
han demostrado que el curso de la enfermedad puede modificarse positivamente
con recomendaciones como:
1.-Mantenerse
activo intelectualmente: como lo demuestra el estudio publicado en el 2003 en The New England Journal of Medicine. La
participación de juegos de mesa, la lectura, la interpretación de algún
instrumento musical, el baile o la resolución de crucigramas, llevadas acabo en
personas mayores de 75 años ( un grupo de 469 participantes) llegó a la conclusión que existe una “reserva
cognitiva” que puede potenciarse con estas actividades sencillas.
2.-Realizar
ejercicio físico. Estudios de imágenes por escáner hechos en la universidad de
Illinois, demostraron que las personas
que realizan ejercicio físico con regularidad tienen menor pérdida de tejido
cerebral al llegar a una edad adulta.
3.-Alimentación
para el cerebro: desde el 2006 en el American
Journal of Medicine en su artículo referente a la alimentación a base de
fruta y verduras reduce hasta un 76% el riesgo de sufrir Alzheimer, gracias a
los polifenoles contenidos en estos alimentos.
4.-Àcidos
grasos (omega-3) presentes en el pescado y dieta mediterránea reduce, hasta en
un 24 por ciento, el riesgo de padecer Alzheimer y no sólo previene sino que
disminuye el deterioro cognitivo en personas ya diagnosticadas con
Alzheimer.
5.-La
actividad física, dieta mediterránea y mantenerse activo intelectualmente ayuda
en forma importante en la prevención de la demencia tipo Alzheimer.
Mediterranean
Diet, Physical Actividad Linked to Lower Risk For Alzheimer`s Disease (Jama, 2009 Aug 12;302(6):627-37.
*Neurólogo. Profesor de Neurología y Jefe de Enseñanza de la
Facultad de Medicina de Torreón. U. A. de C.
La
próxima colaboración será del Dr. Adalberto Mena Caldera, siquiatra