El Siglo de Torreòn aquì
La aspirina o ácido acetil salicílico es el
medicamento más vendido en el mundo. Es el analgésico, antinflamatorio y
antipirético (baja la fiebre) más utilizado desde hace mas de 100 años. Además,
es el único analgésico que no favorece la aparición de sordera en personas
susceptibles. Originalmente se extrajo de la corteza del sauce blanco, Salix
Alba, de donde se deriva su nombre. Su uso se ha diseminado, tanto, que muchas
personas lo toman indiscriminadamente.
A
partir de 1971 sus efectos se relacionaron con la posibilidad de que evitaba la
formación de coágulos, siendo ésta la razón por la que se propuso como un medicamento
antiagregante plaquetario (previene formación de coágulos), evitando con ello
los infartos de cualquier órgano, especialmente del corazón y cerebro.
Su
eficacia se demostró en Londres en 1988, utilizándose 500 mg/día, en un estudio
donde los “conejillos de indias” fueron los mismos médicos y enfermeras de esa
ciudad. Demostraron que el consumo diario de éste medicamento protegió, de
igual manera, a hombres y mujeres. También se descubrió que aumentaba los
riesgos de hemorragias sobre todo a nivel gástrico y más grave aún, en cerebro.
Por ello se propuso recomendarlo en la prevención primaria, sólo en
pacientes con un riesgo elevado de complicaciones, antes de que ocurra algún
evento grave. Asimismo, se recomendará a pacientes que tengan al menos dos factores
de riesgo como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, tabaquismo
y edad avanzada. También en aquellos casos en que ya se haya presentado un
infarto o que se haya realizado un procedimiento de ravascularización (destapar
o puentear una arteria).
El
uso de la aspirina debe considerarse un tratamiento para toda la vida. Pero, en
casos de cirugía debe suspenderse de 5 a 7 días de anticipación, para reducir
al mínimo los riesgos de sangrado. Se debe tomar en cuenta que esta sustancia
puede interactuar con otras como el alcohol, cortisona y todos los antinflamatorios
por lo que pueden aumentar el peligro de sangrado. Igualmente, la aspirina
potencia el efecto de los medicamentos para la diabetes, por lo que los niveles
de azúcar en sangre pueden bajar en exceso; aumenta el riesgo de intoxicación
con digoxina y eleva el colesterol en la sangre.
Ha
quedado evidenciado que las dosis útiles deben ser menores a los 500 mg/día e
incluso mejor si las dosis son menores a 100 mg/día. Desde hace años este
compuesto está en desuso en niños menores de 15 años porque pueden
desarrollar problemas hepáticos.
La
aspirina o ácido acetil salicílico es un recurso muy valioso para el tratamiento
y prevención de muchas enfermedades cardíacas y cerebrales, pero debe ser utilizada
con precaución.
*Cardiólogo. Profesor de Cardiología y
Director de la Facultad de Medicina de Torreón, U.A. de C.
La
próxima colaboración será del Dr. Mario Alanís Quiroga, neurólogo