sábado, 25 de mayo de 2013

EXPOSICIÓN AL ARSÉNICO DURANTE EL EMBARAZO E INFANCIA


Arsénico
DR. ROGELIO RECIO VEGA*

El Siglo de Torreòn
La ingesta de arsénico (As) es tradicionalmente un problema de salud mundial debido a su potencial carcinogénico en humanos. Sin embargo, recientemente ha crecido la evidencia de que sugiere el arsénico en el agua de beber causa enfermedades no malignas entre las que se encuentran las pulmonares, tales como tos crónica, bronquitis crónica, dificultad para respirar y enfermedades pulmonares obstructivas o restrictivas.
El arsénico atraviesa fácilmente la placenta en animales y humanos por lo que los fetos podrían estar expuestos a este elemento. Muchos estudios sugieren una relación de la exposición al arsénico con resultados adversos en el embarazo, como abortos espontáneos así como una disminución en el peso al nacer y muerte infantil.
Las enfermedades pulmonares de niños y adultos pueden tener su origen en el embarazo durante el desarrollo del pulmón. En este periodo crítico, la exposición in útero y la exposición durante el desarrollo posnatal temprano a sustancias tóxicas, tienen el potencial de alterar la estructura de los órganos y la función fisiológica, lo que se puede manifestar como una enfermedad durante la infancia o la vida adulta. El pulmón es un órgano de desarrollo tardío durante el embarazo y del cual se origina el sistema de las vías respiratorias del pulmón. Las regiones de intercambio gaseoso (oxígeno--bióxido de carbono) del pulmón sólo se desarrollan al nacer y tienen un crecimiento adicional en los últimos cinco años de vida en los humanos. La exposición a tóxicos durante ese tiempo sensible, pude afectar su estructura, su función y su circulación sanguínea.
Los niños presentan exposiciones mayores a muchos agentes ambientales, entre ellos al arsénico, ya que beben más agua, tienen más contacto mano-boca al jugar en el suelo, consumen más alimentos y respiran aire en mayor proporción por kilogramo de peso corporal en comparación con los adultos. Esto implica que los niños están más expuestos a cualquier contaminante ambiental.
Los niños tienen más tiempo para desarrollar enfermedades iniciadas por exposiciones tempranas. La exposición a los agentes ambientales al inicio de la vida, incluyendo períodos prenatales. Un estudio realizado en adultos jóvenes chilenos expuestos a As in útero y en la niñez temprana sugiere que la exposición al arsénico en el agua potable durante la niñez temprana o in útero, se asocia con efectos pulmonares incrementando la mortalidad en adultos jóvenes con enfermedades pulmonares malignas y no malignas.
Los estudios de investigación durante el desarrollo intrauterino y la infancia temprana, son de gran interés para valorar el riesgo de la exposición a arsénico con las enfermedades pulmonares y con ello promover acciones, estrategias y programas de prevención.
*Toxicólogo y Endocrinólogo de la Reproducción. Profesor de Fisiología y Jefe del Centro de Investigación Biomédica de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.
La próxima colaboración será del Dr. Daniel Arellano Perez-Vertti, traumatólogo

lunes, 20 de mayo de 2013

MEDICINA PERSONALIZADA

DR. EDUARDO SERNA ZETINA*

El Siglo de Torreòn
La frase de Claude Bernard: “No hay enfermedades sino enfermos”, es un lugar común en la práctica médica; refleja la manera en que se debe de curar a los pacientes, estableciendo de manera personal, dosis, número de tomas, vía de aplicación y duración del efecto farmacológico. Todo ello con la finalidad, no solamente de buscar la eficacia, sino también de disminuir o evitar los efectos secundarios.
Una causa muy importante de frustración, tanto para el médico como para el paciente, es el efecto mínimo o nulo de medicamentos que a otros pacientes les funciona muy bien.  En un intento por mejorar las posibilidades de éxito, desde finales del siglo pasado, se han hecho pruebas genéticas que permiten predecir mejores resultados de drogas específicas. Un ejemplo lo tenemos con un fármaco llamado Clopidogrel, que al igual que el ácido acetil salicílico (Aspirina),  funciona “adelgazando” (antiagregante plaquetario) la sangre para evitar la formación de coágulos dentro de venas y arterias, evitando así, la oclusión de las mismas y logrando reducir los tapones de sangre que terminan provocando infartos o embolias.  Este medicamento ahora utilizado tanto en la prevención primaria como secundaria (antes y después de un infarto cardiaco) no siempre protege por igual a todos los pacientes e incluso algunos pacientes forman coágulos al tomarlo. Sin embargo, la razón de este fenómeno ha sido aclarado y se considera que es debido a la función defectuosa de una enzima llamada CYP2C19, que se encarga de transformar el medicamento en el compuesto activo. Los enfermos que tienen este defecto enzimático tienen una menor concentración del Clopidogrel  y por ello se facilitan las complicaciones.
 Al no existir, por el momento, una forma objetiva de medir los efectos del medicamento, es imposible pronosticar qué pacientes responderán adecuadamente a la terapéutica empleada.  Existen otros ejemplos en donde la información genética nos proporciona de manera intencionada qué medicamentos, solos o en combinación serán más seguros y efectivos. La investigación se encuentra en marcha, diariamente se descubren nuevas formas de personalizar cada vez más la medicina. No puede ser que un solo medicamento, a dosis y duración determinadas curen o controlen igual a todos los pacientes.
El análisis genético permitirá optimizar el tratamiento. Además, pronto podremos contar con drogas de “diseñador”, que sean producidos específicamente para cada paciente de acuerdo a sus condiciones especiales.
Nota: Hemos llegado al artículo 100 de esta columna. Esperamos esté siendo útil para prevenir y dar información fidedigna sobre los diferentes padecimientos. Reitero mi agradecimiento a El Siglo de Torreón y en especial a su director el Lic. Antonio González-Karg de Juambelz.
*Cardiólogo. Director General y Profesor de Cardiología  de la Facultad de Medicina de Torreón UA de C.
        La próxima colaboración será del Dr. Rogelio Recio Vega, Endocrinólogo de la Reproducción.

sábado, 11 de mayo de 2013

CATARATA OCULAR: MITOSIS Y ERRORES (II)

DRA. ROSA MARÌA NUÑEZ ADAME*
El Siglo de Torreòn
En la colaboración anterior definimos el concepto de cristalino que es un lente intraocular sostenido en el centro del ojo, que nos permite enfocar los objetos de lejos y de cerca; también hablamos de catarata que es la opacificación del cristalino. Ahora expondré los mitos más frecuentes con respecto a este tema.
MITO: Algunas sustancias pueden disolver las cataratas.
REALIDAD: No hay nada que pueda disolver las cataratas, si pusiéramos algo para disolverlas, seguro se disolverían también otras estructuras del ojo. No se recomienda usar en los ojos nada que el médico oftalmólogo no indique o supervise. Los productos “milagro” no existen. No existe evidencia científica que las cataratas se puedan disolver con gotas o algún tipo de alimentos.
MITO: Fijar mucho la vista aumenta el riesgo de padecer cataratas.
REALIDAD: La realización de labores manuales y el uso continuo de pantallas como computadores o juegos de pantalla no interviene en el desarrollo de las cataratas, pues la mayoría son de origen hereditario, degenerativo (senil), metabólico (diabetes) o traumático.
MITO: Hay que esperar a que las cataratas “maduren” para operarse.
REALIDAD: Las cataratas se operan en el momento en que el paciente ya no puede realizar sus actividades diarias.
MITO: Después de operarse de catarata se limitan mucho las actividades físicas
REALIDAD: Con las técnicas modernas de pequeña incisión y lentes plegables el paciente puede estar jugando golf al siguiente día, siempre y que no se exponga directamente a contaminantes externos que puedan causar infección.
MITO: Los lentes intraoculares se pueden mover, romper o salir, si nos tocamos o rascamos los ojos.
REALIDAD: Los lentes intraoculares se quedan fijos y no hay riesgo de que se salgan o se muevan con las actividades físicas o si nos tocamos moderadamente los ojos.
MITO: Los lentes intraoculares pueden causar dolor del ojo.
REALIDAD: Los lentes intraoculares se implantan en un sitio específico del ojo donde no causan dolor, el paciente ni siquiera siente que lo trae adentro del ojo.
MITO: Las Cataratas se quitan con rayo láser.
REALIDAS: El láser no se usa para quitar las cataratas. En la Técnica de facoemulsificación se usa ultrasonido únicamente para fragmentar el núcleo. Actualmente existe el láser de femtosegundos para realizar la incisión de la cápsula, pero aún no contamos con este equipo en la Laguna.
Consulte siempre a su médico especialista, y recuerde “el graduarse lentes” no significa haberse revisado adecuadamente los ojos, lo ideal es la exploración oftalmológica completa una vez al año, con mayor razón si padecemos alguna otra enfermedad como la diabetes mellitus, artritis, hipertensión arterial, o antecedente de algún familiar con enfermedades de los ojos o que use lentes.
*Cirujana oftalmóloga. Profesora de Oftalmología de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C

La próxima colaboración será del Dr. Eduardo Serna Zetina, cardiólogo.

sábado, 4 de mayo de 2013

CATARATA OCULAR: MITOS Y REALIDADES (I)

DRA. ROSA MARÍA NÚÑEZ ADAME*
El Siglo de Torreòn, aquì
El cristalino es un lente intraocular de forma biconvexa y transparente, sostenido en el centro del ojo por unas fibras llamadas zónula, que a su vez se insertan en un músculo llamado cuerpo ciliar, que lo ayuda a aplanarse o abombarse dentro de su cápsula, permitiéndonos enfocar los objetos de lejos y de cerca. Cuando el cristalino se hace opaco se llama catarata, porque el paciente refiere ver borroso, como a través de una caída de agua.
   Existen diferentes tipos de cataratas: senil, traumática, metabólica (por la diabetes mellitus), hereditaria, congénita, medicamentosa e inflamatoria, entre otras. Muchas veces las denominan como “maduras” o “inmaduras”, esto se debe a si son totales o parciales; antiguamente se prefería operarlas cuando estaban muy avanzadas, es decir, “maduras”, en la actualidad y con el advenimiento de modernas técnicas quirúrgicas se operan en el momento que el paciente nota que ya no puede realizar sus actividades o trabajo en forma adecuada, independientemente de que sean grandes o pequeñas.
   Se tiene antecedentes históricos de la cirugía de catarata desde la época de Celso 25 años a. C. el tratamiento era luxar el cristalino hacia atrás con unas largas agujas especiales, consiguiendo con esto mejor entrada de luz a los ojos. Fue en el siglo XVIII cuando se inició la técnica intracapsular, donde se retiraba todo el cristalino envuelto en su capsula, teniendo que utilizar lentes especiales para rehabilitar al paciente en su visión lejana y cercana. Pasaron muchos años para que el médico británico Harold Ridley, se diera cuenta que los fragmentos de plástico que entraban en los ojos de los pilotos de la segunda guerra mundial no causaban reacción en los tejidos del ojo, pues los parabrisas de los aviones estaban construidos con polimetil-metacrilato, ya que el vidrio era muy pesado y se rompía con facilidad, fue gracias a este descubrimiento que se pudo llegar a la fabricación de los sustitutos del cristalino o lentes intraoculares fabricados con alguna modificación de este material, permitiendo un enfoque natural al paciente operado de catarata. Actualmente existen en el mercado una gran variedad de lentes intraoculares: rígidos, plegables, mono focales y multifocales, sin embargo, éstos últimos requieren una gran precisión quirúrgica además de que tienen un costo muy elevado. Las técnicas actuales consisten en extracción extracapsular y facoemulsificación (fragmentación del cristalino por medio de una sonda de ultrasonido y extracción de los fragmentos por la misma sonda). La elección tanto de la técnica quirúrgica y el tipo de lente intraocular debe de ser determinado en conjunto por el oftalmólogo y el paciente, de acuerdo a sus requerimientos.
 
         La siguiente colaboración hablaré sobre mitos y realidades específicos sobre la catarata ocular. 
*Cirujana oftalmóloga. Profesora de Oftalmología de la Facultad de Medicina de Torreón, UA de C.