sábado, 30 de junio de 2012

ESPASTICIDAD

DR. MARIO ALANÌS QUIROGA*
El Siglo de Torreòn aquì
La espasticidad es un trastorno motor o del movimiento que se caracteriza por el aumento de tono muscular y reflejos exagerados a causa de un trastorno neurológico; el grado de espasticidad dependerá de la severidad de la enfermedad que lo provoca.
Es una complicación frecuente de enfermedades neurológicas como: enfermedad vascular cerebral, esclerosis múltiple, traumatismos craneoencefálicos, lesiones de la médula espinal, parálisis cerebral infantil y otras menos frecuentes.
Las manifestaciones clínicas son: dolor, deformidad, limitación para el movimiento activo o pasivo de alguna extremidad.
Este problema es conocido desde hace más de 4,000 años, gracias a las traducciones hechas por Bárbara Böck, filóloga del Centro Superior de Investigaciones Científicas, de los textos cuneiformes de los Sumerios, en los cuales se puede concebir que a través de los conjuros, exorcismos o masajes    (Mushu’u) trataban enfermedades en los que la persona no podía mover las piernas o la mitad del cuerpo.
En el año de 1667, Thomas Willis, quien acuño el nombre de Neurologia, como el estudio del sistema nervioso. En su obra “pathologia cerebri“ describe las enfermedades que impiden al paciente movilizar sus piernas o que presentan contracturas musculares.
El comienzo del entendimiento de las enfermedades que ocasionan espasticidad se dio a principios del siglo XVIII, gracias a las ilustraciones de los anatomopatólogos Matthew Baile (1761-1823) y Jean Cruveilher (1791-1874) en las que se representaban la enfermedad vascular cerebral.
El cerebro ahora mostraba sus formas sin poderse localizar sus funciones específicamente. La pregunta era, cómo funciona el cerebro. Luigi Galvani (1737-1798) demostró que la estimulación eléctrica de un nervio producía una contracción muscular. Y así transcurrieron varios descubrimientos sobre la función cerebral y gracias al desarrollo de herramientas y procedimientos adecuados, los neurólogos clínicos del siglo XIX comenzaron a correlacionar sus hallazgos clínicos con los neuropatológicos. Así es como a finales del siglo XIX había un entrelazamiento entre enfermedad vascular cerebral y parálisis o el trauma medular y la imposibilidad para caminar.
Esta incapacidad para caminar o no poder mover el brazo y la pierna del mismo lado o no poder mover las cuatro extremidades llevan en corto o mediano plazo a lo que se conoce como espasticidad, y que actualmente sabemos que el traumatismo craneoencefálico es la causa más frecuente de espasticidad junto con la enfermedad vascular cerebral ya sea por embolia o derrame.
Actualmente la espasticidad puede tratarse medicamente en combinación con fisioterapia, aunque se han utilizado mucho medicamentos desde el dantrolene, diazepam, clonidina, tizanidina, baclofen y otros. La toxina botulínica para el tratamiento de la espasticidad es por hoy lo que mejores resultados ha demostrado en la práctica clínica.  

*Neurólogo. Profesor de neurología y Jefe del Departamento de  Enseñanza del Hospital Universitario, Facultad de Medicina de Torreón U.A. de C.
La próxima colaboración será del Dr. Mario del Valle González, neurocirujano

sábado, 23 de junio de 2012

¿AGRURAS IGUAL A CÀNCER?

DRA. GRACIELA MORALES ESPINO*
El Siglo de Torreòn aquì

Las agruras o pirosis son consecuencia de una enfermedad por reflujo gastro-esofágico: el ácido clorhídrico que secreta el estómago asciende por el esófago (reflujo) hasta la faringe produciendo una sensación desagradable a la que llamamos agruras.
Existen circunstancias naturales que condicionan el reflujo como el embarazo, pero cuando éste finaliza desaparecen las molestias; esto se produce por el aumento de la presión intraabdominal que a su vez aumenta la presión dentro del estómago y ésta hace que el esfínter esofágico inferior (encargado de evitar el paso de ácido del estómago hacia el esófago) se abra, permitiendo que el contenido gástrico refluya hacia la garganta. Esto puede dar cuadros de faringitis química (no infecciosa). Igualmente cuando el reflujo sucede por las noches puede pasar a la vía aérea provocando tos, y ocasionalmente provocar una neumonía por aspiración.

También hay otras condiciones anormales que aumentan la presión intraabdominal: líquido dentro del abdomen (ascitis), colitis, obesidad, etc. Asimismo hay alimentos que favorecen la aparición del reflujo como el chocolate, alimentos grasos, alcohol y menta, entre otros. Es importante resaltar que cuándo se altera la anatomía como en el caso de la hernia hiatal, (el estómago sube a través de diafragma hacia el tórax) igualmente hay reflujo y en consecuencia pirosis.

Cuando el reflujo llega hasta la garganta puede irritarla y producir enronquecimiento. A veces solamente lástima el tercio inferior del esófago y la molestia se traduce en un dolor ardoroso a nivel del pecho. No obstante, esto no quiere decir que no cause daño en el esófago inferior, el daño puede ir desde una inflamación ligera hasta úlceras, ello puede condicionar dificultad para deglutir. La persistencia del reflujo produce cambios en el tejido conocidos como esófago de Barret; un estado precanceroso.

Las agruras, de manera directa, no causan cáncer, son un síntoma de la enfermedad por reflujo y esto puede condicionar, faringitis, laringitis, bronconeumonías, estenosis esofágica, esofagitis, esófago de Barret y cáncer de esófago.

El médico a través de estudios de manometría, comprobará la incompetencia del esfínter esofágico inferior, por endoscopia puede ver directamente el daño ocasionado por el reflujo en el esófago y mediante una biopsia descartar alteraciones precancerosos y/o un cáncer ya establecido por el constante daño hecho  por el ácido gástrico.

Tratamiento: hay medicamentos que nos ayudan a disminuir el reflujo y acelerar el vaciamiento gástrico. Se indica dejar de comer alimentos grasos, chocolate, menta y alcohol, así como disminuir la obesidad. Pero si no se soluciona se deberá someter a una cirugía antirreflujo.

Así pues, estimado lector, si de manera frecuente presenta pirosis, lo que usted conoce como agruras, acuda al médico, así evitará serias complicaciones.

*Cirujana. Profesora de cirugía de la Facultad de Medicina, Torreón, U.A. de C.

La próxima colaboración será del Dr. Mario Alanís Quiroga, neurólogo.

sábado, 16 de junio de 2012

LOS MÈDICOS Y LA LEY

Dr. Manuel Humberto Estrada Quezada*
 El Siglo de Torreòn aquì

Muchos médicos olvidan que su práctica profesional está regida por leyes y reglamentos; llegan a pensar que la medicina es ajena a la ley. Craso error. Cada día las personas tienen más cultura médica y por lo tanto exigen mejor calidad en el trato profesional.
La demanda por responsabilidad profesional puede estar dentro del derecho penal o civil. La responsabilidad penal supone un perjuicio social, mientras que la responsabilidad civil supone un daño privado, en donde la víctima no es toda la sociedad, sino un particular. La responsabilidad penal puede significar una pena de prisión para el profesional y la civil suele constituir su ruina económica, porque va encaminada a una indemnización monetaria. Para muchos lo importante de la demanda es la justicia, para otros el objetivo es obtener un beneficio económico. Por este motivo han aumentado las demandas. Aunque es innegable el derecho del demandante.
            El objetivo de la acción penal, es el castigo para el delincuente y el de la acción civil es la reparación del daño. El médico recurrirá a un abogado y a un médico especialista en su rama, ellos lo asesorarán y/o dictaminarán como peritos sobre su intención. Por su parte el fiscal se auxiliará de un médico legista, quien aplica el conjunto de conocimientos médicos en auxilio del derecho y éste, a su vez, puede asesorarse de los especialistas médicos que juzgue conveniente, y apoyarse en la bibliografía vigente de expertos en la materia.
La participación del médico legista es una opinión técnica para el fiscal, éste la presentará junto a su averiguación previa ante el juez. Esto significa que el médico legista no es el “enemigo a vencer”. Pierden su tiempo y se desgastan, aquellos que en lugar de estructurar una defensa correcta, sin iras y temores, atacan a quien consideran enemigos, cuando todos somos actores del mismo proceso.
La responsabilidad profesional del médico constituye una forma de responsabilidad culposa, es decir, se causa un daño sin existir la intención de producirlo. En mi experiencia no tengo noticia de algún delito médico que no sea culposo.
Existen cuatro tipos de responsabilidad profesional que frecuentemente enfrentan los médicos:
IMPERICIA: Ignorancia inexcusable. Es la actuación profesional llevada a cabo con ineptitud técnica y física y la falta de actualización sobre los avances de la medicina.
NEGLIGENCIA: Omisión inexcusable. Se encuentra en el descuido y la desatención.
IMPRUDENCIA: Temeridad inexcusable. Cuando se actúa con exceso de confianza. Constituye una falta de previsión o precaución en la acción.
 INOBSERVANCIA DE REGLAMENTOS. Aunque la actuación sea prudente y diligente, está vedada por una norma jurídica.
*Perito en Medicina Forense. Profesor y Jefe del Departamento de Medicina Legal de la Facultad de Medicina y Hospitales Universitarios, Torreón, U.A. de C.

La próxima colaboración será de la Dra. Graciela Morales Espino, cirujana.

sábado, 9 de junio de 2012

HIPERTENSIÒN ARTERIAL

DR. EDUARDO SERNA ZETINA*
Ek Siglo de Torreòn aquì
La hipertensión arterial o presión alta es un síndrome donde los síntomas más habituales son dolor de cabeza, mareo, zumbidos de oídos,  sensación de falta de aire, dolor en el pecho. Los signos son, por supuesto, la elevación de la presión arterial y ocasionalmente el paciente acude al médico por una pequeña hemorragia en un ojo. El síndrome hipertensivo se presenta aproximadamente en un 30 por ciento de la población enferma; la mayoría de los hipertensos no tiene manifestaciones clínicas, por ellos se ha llamado el enemigo silencioso. El diagnóstico es relativamente fácil: midiendo la presión arterial. La toma de presión es un procedimiento sencillo pero a menudo no se realiza correctamente.
En La Laguna padecen hipertensión arterial el 40 por ciento de los adultos. Este fenómeno se incrementa con la edad. Aunque que cada vez se presenta a edades más tempranas. En la mayoría de los casos se desconoce la causa, pero se han demostrado factores renales y hormonales relacionados con componentes hereditarios. Otros, dependen del estilo de vida del paciente: sobrepeso, falta de ejercicio, exceso en el consumo de sal, ingesta de cafeína y alcohol, estrés cotidiano, uso de ciertos medicamentos y hasta situaciones poco mencionadas como el clima (el frio es un detonante importante), infecciones urinarias e incluso el viajar a lugares situados muy elevado sobre el nivel del mar.    
Es importante destacar que se ha descubierto una estrecha relación entre la presión alta y la diabetes, al grado que para muchos investigadores pudiera tratarse de la misma enfermedad, debido a la asociación habitual de estas dos enfermedades. También porque algunos medicamentos para tratar la hipertensión protegen al riñón y al ojo del daño que produce la diabetes.
La primera causa de descontrol de la presión en hipertensos es el abandono del tratamiento, por lo que hay que insistir en el uso continuo de los medicamentos, considerando que la presión alta no se cura, sólo se controla. Resultando incorrecto que algunos médicos suspendan el tratamiento en pacientes controlados. El tratamiento actual se basa en fármacos más seguros y efectivos, se toman una sola vez al día y deberán administrarse de por vida, salvo suspensión temporal cuando el paciente se hipotensa. Es importante resaltar que es muy clara la diferencia en el uso de medicamentos genéricos y originales. Idealmente y para beneficio del paciente sólo se deberían de utilizar los originales.
En casos de crisis hipertensiva es usual que se utilicen inadecuadamente medicamentos tanto por vía intravenosa como debajo de la lengua, éstos no fueron diseñaos para ser aplicados en esa forma y pueden arriesgar la salud y la vida del paciente.                     

 *Cardiólogo. Profesor de cardiología y Director General de la Facultad de Medicina y Hospitales Universitario de Torreón, U.A. de C
La próxima colaboración será del Dr. Manuel Estrada Quezada, médico legista.

sábado, 2 de junio de 2012

TABAQUISMO, AZOTE DE LA HUMANIDAD

DR. IGNACIO MÈNDEZ LASTRA*
El Siglo de Torreòn aquì
       
El 31 de Mayo, se celebró el día internacional contra el tabaquismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para Control de Enfermedades de Atlanta, Georgia, E.U.A. (CDC), con el apoyo de todos sus asociados lo decretó desde el año 2006, con el fin de hacer conciencia del grave daño que está causando el tabaquismos, al ubicarse como la primera causa prevenible de invalidez y muerte prematura en todo el mundo.
Estudios epidemiológicos demuestran que el tabaquismo causa 5 millones de muertes al año en el mundo; en México mueren 165 personas  al día por enfermedades relacionadas directamente con el hábito de fumar.
Las primeras 5 causas de mortalidad en el adulto a nivel mundial en los últimos 10 años son:
1.- Las enfermedades cardiovasculares, especialmente las isquémicas.
2.- Los tumores malignos, especialmente el de pulmón, Glándula Mamaria, Colon y próstata.
3.-La diabetes mellitus y obesidad
4.-Las enfermedades cerebro-vasculares.
5.-La enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las neumonías.
Cuatro de estas enfermedades están asociadas íntimamente con el consumo de cigarrillos, excepto la diabetes y obesidad que responden a un estilo de vida de alta ingesta de calorías y sedentarismo.
En el humo del cigarrillo encontramos mas de 3000 sustancias químicas en dos fases una sólida particulada de menos de 800 sustancias y otra gaseosa volátil de más de  2000; de ambas  300 se han comprobado que tienen efectos carcinogénicos y co-carcinogénicos, y cada día se descubren más. Pueden producir cáncer en los órganos susceptibles como pulmón, laringe, boca, esófago, glándula mamaria, colon, vejiga, próstata…
También inducen una arterioesclerosis acelerada por un cambio en el metabolismo de las grasas hacia los lípidos más dañinos lesionando especialmente  las arterias coronarias, cerebrales y de los miembros inferiores con consecuencias desastrosas para la salud y calidad de vida.
El tabaquismo es considerado una adicción; los que fuman son considerados “adictos”, especialmente a la nicotina, que en el sistema Nervioso Central produce un tipo de sedación y bienestar mediado por una sustancia llamada dopamina. Este hábito es difícil de eliminar, por lo cual se requiere de ayuda profesional por parte de médicos especialistas: neumólogos, cardiólogos, oncólogos, neurólogos e internistas.
Hay dos diferentes enfoques para el tratamiento: psicológico y farmacológico; en este último se incluyen  derivados de la nicotina para evitar el síndrome de abstinencia, antidepresivos para coadyuvar al sistema nervioso central en la adicción.
Hay múltiples razones para considerar al tabaquismo como el nuevo azote de la humanidad. En México fuman hasta el 30% de los adultos y la tragedia más importante es que están fumando más jóvenes y mujeres.

*Neumólogo. Profesor de neumología de la Facultad de Medicina de Torreón, U.A. de C.  Médico adscrito al dpto. de Medicina Interna del Hospital Universitario.