El Siglo de Torreòn aquì
Las
parasitosis intestinales son enfermedades que afectan principalmente a los menores
de edad y son causadas, tanto por microrganismos unicelulares (microscópicos),
como por gusanos evidentes a simple vista.
En
muchas ocasiones las personas infestadas por parásitos no presentan
manifestaciones clínicas y la enfermedad pasa desapercibida, pero a pesar
de ello son fuente de contagio para otras personas, pues son capaces de
transmitirlas. En los casos que sí hay manifestaciones, se presenta un
cuadro clìnico agudo intenso ó crónico con alternancia de períodos de
enfermedad y períodos de aparente salud. Los signos y síntomas más frecuentes incluyen
dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómito y en ocasiones, dolor de cabeza,
fiebre y prurito (comezón) anal; esta enfermedad puede agravarse debido a que pueden causar deshidratación,
debilitamiento y falta de apetito. Mientras que los niños afectados pueden
sufrir desnutrición, retraso en su crecimiento y déficit en el aprendizaje.
La
frecuencia de las parasitosis intestinales en nuestro medio está relacionada
con la fácil diseminación de los quistes y/o huevecillos, y, especialmente,
con los hábitos higiénicos deficientes. Pueden encontrarse en la tierra donde
juegan los niños, en los juguetes que se llevan a la boca, en los pasamanos de
las escaleras, las frutas y verduras no desinfectadas o las monedas con las que
pagamos, y hasta pueden ser transmitidos por insectos voladores o rastreros.
En
zonas rurales o urbanas marginales con ausencia de servicios de agua
potable y drenaje, con defecación al ras del suelo y pisos de tierra en los
hogares, se vuelve un problema importante por la exposición frecuente a estos organismos. Lavarse
las manos después de ir al baño y antes de comer o preparar los alimentos son
la medida de protección más sencilla y económica que podemos aplicar para el
cuidado de nuestra salud. Las personas dedicadas a la preparación y venta de
alimentos deben poner especial atención al cumplimiento de las medidas
higiénicas y a la calidad de sus productos. Las madres de familia pueden
inculcar en sus hijos las medidas de protección elemental y acudir al médico al
momento de detectar cualquier síntoma que sugiera la presencia de parásitos en
el organismo.
Existen
medicamentos que eliminan de manera segura los parásitos. Su médico es la persona
indicada para recetarla de acuerdo a la edad y estado general del paciente. Sin
embargo, la primera línea de defensa siempre será la prevención y está en
nuestras manos. Insistamos en que un poco de jabón y agua ayudarán a evitar
estas infecciones y proteger nuestra salud y la de los nuestros.
*Bióloga, Maestra en Educación.
Profesora de Parasitología de la Facultad de Medicina de Torreón. U.A. de C.
La
próxima colaboración será de la Dra. Marisela del Rocío González Martínez,
microbióloga.