sábado, 28 de enero de 2012

HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO

 DR. RUBÉN DARÍO GALVÁN ZERMEÑO*
El Siglo de Torreón aquí
La razón principal para escribir sobre este tema, es la frecuencia con la que los pacientes consultan sobre él, debido a que es un hallazgo en los exámenes de laboratorio del hígado o de estudios como el ultrasonido abdominal. Además de su comprobada relación con el creciente número de diabéticos y más aún, con la obesidad, condiciones íntimamente relacionadas con el hígado graso.
Bajo la denominación de hígado graso no alcohólico se agrupan básicamente tres problemas: la esteatosis, que es la infiltración de las células hepáticas con ácidos grasos-triglicéridos, la esteatohepatitis, en la que de agrega inflamación expresado por alteraciones en las enzimas del hígado y por último, la cirrosis esteatohepatítica, que ocurre en pocos casos y que hasta hace poco, había cirrosis donde no se encontraba ningún factor al cual atribuirle este estado final de daño hepático.
Los factores comúnmente relacionados con esta enfermedad son: diabetes mellitus, obesidad e hiperlipidemias (particularmente la asociación de triglicéridos y ácido úrico elevados). Otros factores menos frecuentes son la reducción de peso sin control, pacientes que fueron apoyados con nutrición parenteral (endovenosa) por lapsos prolongados o que fueron sometidos a cirugías de resección del intestino delgado. También hay casos esporádicos en el embarazo, uso de hormonas (estrógenos o corticoesteroides) medicamentos anticonvulsivantes, antiarrítmicos, antihipertensivos y antinflamatorios, en todos el factor común es el uso prolongado.
Para el diagnóstico de esta enfermedad no existen síntomas o signos específicos, ocasionalmente se presenta dolor en el área hepática (cuadrante superior derecho abdominal) o se detecta crecimiento de hígado o bazo, pero el descubrimiento comúnmente es incidental. Una condición indiscutible para confirmar el diagnóstico es la biopsia hepática.
En general, el hígado graso no alcohólico tiene buen pronóstico aunque como se ha señalado, puede evolucionar a fibrosis y cirrosis hepática.
Las medidas para una evolución favorable son: reducción paulatina de peso, control de la glucemia, abstinencia alcohólica, uso racional de medicamentos o en forma vigilada y realizar estudios de seguimiento. Se ha empleado silimarina; un extracto vegetal que ha logrado mejorar algunas condiciones de enfermedades hepáticas por alcohol y otros tóxicos. Se ha empleado también ácido urso-desoxicólico sin que existan hasta ahora resultados contundentes respecto a su utilidad. Pueden tener efectos favorables el uso de sustancias que controlan la glucemia como metformina o pioglitazona y el uso de antioxidantes como la vitamina E. Aun así, el mejor tratamiento es el cambio en el estilo de vida; dieta, actividad física regular y las medidas de control metabólico sobre los niveles de glucosa y triglicéridos. Siempre será importante acudir con un médico calificado.
*Médico Internista. Profesor de Propedéutica de la Clínica y Jefe del Departamento de Posgrado de la Facultad de Medicina de Torreón, U.A. de C.
La próxima colaboración será del Dr. Roberto Trujillo Lara, neumólogo.

sábado, 21 de enero de 2012

HERNIA INGUINAL PEDIÁTRICA

DR. APOLO FLORES  JAUREGUI*  
El Siglo de Torreón aquí                                                              
El objetivo de este artículo es compartir información sobre la hernia inguinal pediátrica. Hablaremos sobre la frecuencia, factores asociados, diagnostico diferencial y abordaje correcto de niños con esta patología.
La hernia inguinal y el hidrocele (líquido anormal alrededor del testículo) son hallazgos comunes en la población pediátrica. La hernia inguinal es una protrusión de una porción del intestino o tejido a través de una abertura anormal, el número de casos oscila entre 10 a 20 por cada 1000 nacidos vivos. La hernia del lado derecho es la más frecuente. Entre los factores asociados encontramos antecedentes familiares, nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, defectos congénitos de la pared abdominal, entre otros. Los principales  signos y síntomas son: aumento de volumen de la región inguinal o del escroto, a menudo esto se detecta  durante el baño, o el cambio de pañales, en un niño que llora. La tumoración inguinal en general remite espontáneamente en el momento en que el niño deja de llorar.
Las complicaciones posibles son: atrapamiento de una asa intestinal (encarceración), el niño esta irritable por el dolor; la hernia puede evolucionar a estrangulación e isquemia (falta de riego sanguíneo). En estos casos la reducción rápida es esencial para prevenir la perdida de los tejidos y daños severos. El diagnostico diferencial es con el hidrocele que generalmente no provoca síntomas, mientras que la  hernia usualmente  es dolorosa a la palpación, otros diagnósticos posibles son testículo no descendido, varicocele, torsión del testículo, traumatismo y tumor, entre otros. Una vez establecido el diagnostico estos niños se deben canalizar al cirujano pediatra para que repare el defecto lo más pronto posible, y con ello evitar complicaciones graves e intervenciones urgentes con riesgo quirúrgico mayor. Este enfoque disminuye el riesgo de encarceración y complicaciones, sobre todo durante el primer año  de vida.
¿Qué se debe evitar? La reducción manual de la lesión está contraindicada en cualquier  niño con una masa inguinal o escrotal inflamada y  dolorosa o con aspecto toxinfeccioso; el niño manifiesta inquietud, llanto, irritabilidad, vómitos, deshidratación (mucosas secas, llanto sin lagrimas) obnubilación, piel fría y pálida. Además disminución en el riego sanguíneo de los vasos más pequeños (capilares).
Los niños con indicios de obstrucción intestinal o signos peritoneales manifiestan rechazo a los alimentos, distensión abdominal, inflamación en la región inguinal que se vuelve firme y dolorosa con la palpación, respiración rápida y agitada.  En  todos estos casos está indicada la intervención quirúrgica de emergencia.
Concluimos que las hernias inguinales no remiten espontáneamente, el tratamiento es quirúrgico  y el tiempo apropiado para éste es decisión del cirujano, basándose en la edad, sexo y los trastornos coexistentes del niño con una hernia.

*Cirujano pedíatra. Subdirector médico del Hospital Infantil Universitario U.A. de C.  Correo electrónico: hospitalinfantiluniversitario@hotmail.com
La próxima colaboración será del Dr. Rubén Darío Galván Zermeño, médico internista.

sábado, 14 de enero de 2012

LUMBALGIA

 DR. ISMAEL MENDOZA BARAJAS*
El Siglo de Torreón aquí
Lumbalgia, lumbago o dolor de espalda baja, así se conoce a la dolencia de las regiones lumbar y glútea. Habitualmente no es grave, el 85 por ciento de la población la ha sufrido. Éste puede ser aterrador, pero casi nunca es serio, generalmente se quita solo. El 3 por cierto requiere cirugía o cuidados urgentes.
Acuda al medico si la lumbalgia continua de 3 a 4 semanas con entumecimiento, debilidad de piernas, problemas intestinales o al orinar, fiebre, si toma medicamentos esteroides, como prednisona o tiene una historia de cáncer u osteoporosis. Si no mejora descansando, con cambios de posición o si la molestia le impide realizar tareas simples.
La estructura anatómica de la espalda está constituida principalmente por vértebras: huesos cortos apilados; su función es soportar las estructuras por encima de la pelvis. Cada vértebra tiene un hueco en el centro, donde se aloja la medula espinal, protegiéndola. Entre cada vertebra están los discos intervertebrales que son como una goma que amortigua las cargas y permiten el movimiento.
De la medula espinal nacen los nervios que conectan el cerebro con el resto del cuerpo; van a brazos, piernas y demás órganos. Por esta razón lesiones en la espalda pueden provocar trastornos en piernas o intestinales…
Las causas del dolor de espalda son por lesión en ligamentos, músculos discos, artritis, crecimientos óseos, vértebras deslizadas de su lugar, una pierna más corta, neuropatía diabética, fracturas por sobrecargas, osteoporosis y traumatismos y padecimientos en abdomen e insuficiencia muscular.
 Algunos pacientes no requieren de estudios de rayos X, resonancia magnética, tomografía o gamagrafía, porque el dolor desparece en poco tiempo. Si el dolor es muy intenso y no cede; los rayos X sugieren un 95 por ciento el diagnóstico. Si existen alteraciones en nervios que afectan a las piernas, se sospecha de infección o cáncer; allí, la resonancia magnética esta indicada. Los demás procedimientos dependerán de la historia clínica (madre de todas las decisiones).
 Si el dolor se inicia o aumenta con alguna actividad, evítela. Pero, la recuperación será más rápida si permanece activo. Camine cuanto el dolor se lo permita. No se exceda. Pregunte a su médico o fisiatra cuáles ejercicios son más convenientes.
Los analgesicos generalmente se obtienen sin receta, pero deben ser indicados por médicos debido a los daños colaterales, sobre todo, en riñones.
Actualmente se utilizan unas cintas adhesivas que mejoran el dolor y el espasmo muscular, ayudan a la rehabilitación y permite disminuir la utilización de medicamentos.
También ayudan la terapia física, la manipulación espinal por quiroprácticos y la acupuntura. No levante objetos pesados y evite sentarse o estar de pie por largos períodos. Descanse en una cama dura.

*Traumatólogo. Profesor de Anatomía de la Facultad de Medicina de Torreón U.A. de C.
La próxima colaboración será del Dr. Apolo Flores Jáuregui, cirujano pediatra.

sábado, 7 de enero de 2012

RINITIS ALÉRGICA

DR. JUAN ANTONIO MEDINA ADAME*
El Siglo de Torreón aquí
La rinitis alérgica ó alergia nasal es el padecimiento alérgico más frecuente. Aproximadamente del 10 al 15 por ciento de la población general la padece. Dependiendo de la intensidad puede ser incapacitarte, o disminuir la calidad de vida en forma significativa. Aunque por sí misma no es peligrosa.
            La rinitis alérgica es un padecimiento inflamatorio de la mucosa y las estructuras internas de la nariz, es de carácter crónico, ya sea intermitente, recurrente, o continuo, sucede en cualquier edad y tiene una fuerte tendencia genética o hereditaria.
            La causa de ese proceso inflamatorio es una reacción "aprendida" del organismo, por el contacto en la mucosa nasal con partículas protéicas, que son  innocuas para la mayoría, ello estimula la producción de anticuerpos (IgE), que son los responsables directos de la liberación de sustancias que favorecen la inflamación.
            Los síntomas predominantes son la rinorrea (escurrimiento de moco) o por detrás de la nariz (hacia la garganta), congestión nasal, estornudos frecuentes y  prurito o comezón nasal. Son frecuentes: comezón de ojos, lagrimeo, intolerancia a la luz, dolor de cabeza en la zona fronto-nasal, resequedad de nariz, sangrado mínimo ó franco de las fosas nasales, costras de moco, comezón de oídos, sensación de oídos tapados, comezón de paladar y/o de garganta, ("carraspera”), ardor de garganta matutino o tos. Cuando es continua se conoce como perenne y si es en períodos definidos del año se trata de rinitis estacional. Se puede padecer por toda la vida
            Los alérgenos más frecuentes están los pólenes de zacates, de ciertos árboles y de malezas; el polvo de casa, el epitelio (pelo) de animales, ácaros, esporas de hongos, partículas de insectos y algunos alimentos.
            El tratamiento depende de la intensidad y si es estacional o perenne, y de cuáles y cuántos alérgenos sean los responsables. La terapia siempre incluye medicamentos que supriman las molestias principales, como los antihistamínicos que frecuentemente se asocian a descongestivos para mejorar el efecto. Pueden usarse también antinflamatorios del tipo de los esteroides o cortisonas; aplicadas directamente en la nariz ó por vía oral. No se recomienda el uso de cortisonas inyectadas de alta potencia y largo duración para ningún tipo de alergia, debido a la alta posibilidad de efectos adversos serios a largo plazo.
            El tratamiento debe de incluir control ambiental específico, cuando los alérgenos responsables son susceptibles de disminuirse o eliminarse por completo, así, se reduce el uso de medicamentos y se puede evitar la inmunoterapia. La inmunoterapia consiste en aplicar los alérgenos diluidos en agua por medio de inyecciones repetitivas que a través de aproximadamente 3 años, logrando bloquear el proceso alérgico.
*Inmunoalergólogo pediatra. Profesor de Inmunología clínica de la Facultad de Medicina de Torreón U.A. de C.
La próxima colaboración será del Dr. Ismael Mendoza Barajas, traumatólogo