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DR. J. JAVIER GARCÍA SALCEDO*
Cuando se oye o se lee sobre genéricos, casi siempre se relaciona la palabra con varios conceptos, el más común es el de medicamentos que se venden a precio mas barato que los originales. Otro concepto es que tienen menos potencia con relación a los de “marca” y otro más, que son medicamentos“pirata”.
El significado correcto del término genérico es el nombre que se le da a la sustancia activa que es la que va a tener efecto en el sitio en que se desea ayudar a un paciente con determinada enfermedad. Si es por ejemplo, una persona con una infección faríngea, se le administra amoxicilina, y aunque se ingiera por vía oral se absorbe en el intestino y llega a la faringe a través de la circulación en la cantidad y tiempo calculados. De esa manera se combate los microorganismos infectantes.
Para obtener la amoxicilina, primero fue probada la sustancia activa en los laboratorios y finalmente en seres humanos. El proceso de investigación se realiza con todo el rigor científico y ético. En esta fase se analiza la sustancia activa y los compuestos que le ayudaron a conservarla, se le corrigió el sabor, que no fuera destruida en el estómago y que pudiera permanecer almacenada en un tiempo definido, etc. Cuando esto se logra se obtiene un medicamento.
Es posible que una vez que una compañía farmacéutica haya obtenido un medicamento, otros analizan y separan sus componentes para tratar de reproducir el compuesto que al inicio fue probado, a éste se le llama comúnmente “genérico”. Pero los laboratorios que originalmente lo sintetizaron guardan los secretos de cuáles son los ingredientes que acompañan al principio activo y cuál es el orden de mezcla, de tal forma que si se toma el medicamento “copia” o “genérico” no existe certeza de que se logre absorber adecuadamente, si llegará en la cantidad o en el tiempo deseado al sitio de acción. Es posible también que se vuelva a rehacer el medicamento y se pruebe en humanos de manera que esa preparación medicamentosa sí permite que el principio activo llegue en cantidad y tiempo igual al probado de marca, entonces se le llama medicamento “genérico bioequivalente” o “genérico intercambiable”. Se tiene así medicamentos de “marca”, “genéricos intercambiables” y “genéricos”. Con la predicción de que con los primeros se logrará el efecto en el tiempo deseado, en los segundos es muy posible y en los terceros es dudosa su acción, pues no habrá certeza de la cantidad absorbida y del tiempo que tardará en llegar al sitio que se desea que actúe.
*Farmacólogo y geriatra. Profesor de la Facultad de Medicina de Torreón, U.A. de C.